Sólo una décima porcentual separa a Irapuato de la cima. Según la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), Culiacán, Sinaloa, donde se desarrolla desde hace más de un año la guerra entre Chapitos y la Mayiza, es el lugar con la peor percepción de seguridad de México. Irapuato, Guanajuato, se encuentra tan sólo una décima por debajo.
En Culiacán la violencia en el último año, como lo relata el diario El País, ha dejado más de 1.800 muertos y una cifra que supera los 2.000 desaparecidos. A pesar de ello, bajó en la estadística de 90.8 a 88.3. Mientras Irapuato se deterioró de 85.8 a 88.2. ¿Es realmente comparable por medio de la estadística la sensación de inseguridad entre estos dos municipios? Trataré de ver más allá de esos números, porque considero que el momento actual dista mucho de lo vivido entre los peores de la última década.
Sin embargo, hay que recalcar lo lejos que estamos del promedio nacional, 63 por ciento de los mexicanos se sienten inseguros. Y la distancia es atroz frente a municipios privilegiados como Piedras Negras, Coahuila, o San Pedro Garza García, Nuevo León, cuya percepción es de 15 y 8.9; donde también los encuestados consideran a sus gobiernos municipales capaces de resolver los principales problemas (71.6 y 69.9, respectivamente).
La deteriorada percepción en Irapuato es avalada también por cifras y eventos atroces, como la matanza el 25 de junio pasado en la calle Bustamante, cuando una fiesta vecinal fue baleada dejando a una docena de personas muertas y a una veintena heridas. Los descubrimientos de fosas clandestinas en Rancho Nuevo del Llanito, La Calera y Molino de Santa Ana suman más de 50 cuerpos, muchos de ellos por identificar.
Aunque las cifras oficiales de homicidios dolosos han descendido como en el resto del país, este tipo de hallazgos y las denuncias por parte de colectivos de búsqueda del aumento en las desapariciones apuntala el sentimiento de zozobra. La ENSU desnuda también la escasa confianza de los ciudadanos en sus autoridades. En el caso de Irapuato sólo un 24.9% confía en su capacidad para resolver los asuntos de seguridad.
Ante lo cual pasan inadvertidos rubros con fuerte mejoría, como la visible baja entre la población que experimentó conflictos o enfrentamientos en Irapuato, que pasó de 34.9 en junio a 22.9 en septiembre.
El Observatorio Ciudadano Irapuato ¿Cómo vamos?, registró en su último boletín aumentos en cifras de delitos de alto impacto. Por ejemplo, este año se han abierto por secuestro seis investigaciones. Irapuato es el único municipio en el estado con este tipo de denuncias. Extorsión, el acumulado a agosto 2025 presenta ya un aumento del 40% con respeto al total contabilizado en todo 2024. Las cifras de robo con violencia y narcomenudeo tampoco presagian mejoras.
Ante este panorama, los habitantes de Irapuato reciben con altas expectativas el cambio en la secretaría de seguridad ciudadana, ámbito en el cual ha invertido de forma consistente desde una cuarta parte hasta el 30% del total del presupuesto municipal. Para los curiosos, eso equivale entre 600 y 700 millones de pesos cada año.
Tras la gestión de Luis Ricardo Benavides Hernández, llega María del Consuelo Cruz Galindo, exsecretaria de seguridad pública en Puebla Capital de 2021 al 2024.
¿Cómo hará para que los irapuatenses se sientan más seguros y confíen en sus autoridades? ¿Cómo mejorar la actuación frente al crimen organizado con una fiscalía disfuncional y una secretaría estatal de seguridad y paz que aún deja entrever su curva de aprendizaje? ¿Traerá alguna receta secreta desde la Angelópolis?
Sólo un dato adicional para cerrar, también en la pasada ENSU, el 81.4 de los habitantes de Puebla capital se sienten inseguros. Y eso que la percepción ciudadana bajó estar en 84% el pasado junio. Puebla se mantiene, de forma consistente, entre las ciudades con peor percepción de seguridad de México. Quizás debiéramos asesorarnos de los punteros, no de quienes están en una situación similar.
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