Resulta fantástico seguir al profeta de la IA, Ray Kurzweil, quien es un científico con más de 60 años en la materia. La semana pasada dio una conferencia, “Reinventar la inteligencia”,  en su casa universitaria, el MIT. Sus afirmaciones nos hacen imaginar un mundo totalmente diferente al que vivimos. Lo que había pronosticado hace 25 años se convirtió en realidad: la inteligencia artificial aplicada. 

Según Kurzweil, en 4 años tendremos inteligencia artificial general. Para el 2029, o antes, las computadoras podrán responder sobre cualquier tema a nivel del hombre. El concepto que es difícil de comprender para el común de los mortales es la aceleración permanente de la IA. Cuando el científico de Intel, Gordon Moore, predijo en 1965 que la capacidad de cómputo, la cantidad de transistores, se duplicaría cada 18 meses, pocos creyeron que pudiera cumplirse.  

Ahora, Ruzweil vaticina que la inteligencia humana se fundirá con la de los chips, multiplicando no varias, sino miles de veces la capacidad de razonamiento. Es una ascensión en elevador que se acelerará todos los días. A diferencia de otros científicos, cree que ese avance ayudará no sólo a remediar enfermedades sino a escapar de la vejez. Tendremos una fuente de eterna juventud a través de la ciencia. Lo dramático es que predice ese fenómeno para la siguiente década. En 2032, con la inteligencia artificial general, comenzará una época dorada para la medicina. 

Demis Hassabis, el científico de DeepMind y premio Nobel de química, predice que en 10 años todas las enfermedades serán curables. A él se debe la creación de AlphaFold, el programa que describió la estructura de 200 millones de proteínas. 

Si uno se asoma a Youtube, ve a decenas de cronistas de la IA. Todos describen las últimas novedades, el último “grito” de la moda científica, por decirlo así. También vemos que no pueden sostener el ritmo de la narrativa. Son tantas las opciones que han surgido en menos de tres años que resulta a veces imposible saber cuál de las plataformas tiene la supremacía.

A Kurzweil lo reconocieron en el MIT con el premio Robert A. Muh Alumni Award. Él es del bando de los optimistas. Daré un ejemplo: para escribir este artículo recurro a Perplexity, que contesta todas las preguntas sobre el evento, el científico o datos como la fecha de la predicción de Moore. Dentro de unos años no tendremos siquiera que abrir una aplicación en la computadora porque estaremos directamente conectados del cerebro a la nube, donde encontraremos todo conocimiento. 

Al científico le preguntaron si le gustaría prolongar su vida o “escapar de la vejez”. Su respuesta fue hermosa: “¿por qué no querría vivir más si estoy rodeado de mi familia, amigos y nietos?” Vivir más es una de sus metas a los 77 años. Si vive unos 10 años más, podría ser un pionero de la longevidad por decisión propia. Hoy la esperanza de vida de una persona de esa edad es de entre 9 y 11 años más. Está en el límite.

También sabe que la IA es una herramienta igualmente poderosa para el bien que para el mal. “Un dron se puede usar para llevar comida a zonas alejadas o para soltar bombas”. Lo que no sabemos aún es si la aceleración de la inteligencia podrá ayudarnos a terminar con las guerras y el hambre, algo en lo que hemos sido muy lerdos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *