¡Qué gusto saber que María Corina logró esa gran condecoración! Realmente es un enorme triunfo en apoyo de la democracia mundial y en especial de Latinoamérica y una sorpresa, dada la presión que habían puesto en que fuera para Trump.

     Me llegó un video de cómo fue la llamada para darle la noticia a Corina, que me conmovió… porque se ve que el hombre  que le habla, el Sr. Christian Berghardt Beeken, secretario del Comité Nobel, está tan emocionado, que hasta le tiembla la mano, sus labios y se le hace un nudo en la garganta.   Ella seguramente estaba dormida por el cambio de horario, pero se le puede percibir la sorpresa, emoción y humildad, al recibir la increíble noticia.  María  contesta:  “¡Oh, mi Dios… oh, mi Dios!.  ¡No tengo palabras… ¡Muchas gracias!.  Pero yo quisiera que entendieran que esto es un movimiento, un logro de toda la sociedad.  Yo solo soy una persona… no merezco esto.  ¡Oh, mi Dios!”.  Christian, responde:  “Yo creo que ambos lo merecen, el movimiento y usted.  Sé que esto es una sorpresa y siento mucho haber tenido que despertarla a medianoche para transmitirle la noticia, pero el texto que se leerá en unos minutos, dirá que le dan el premio “por su trabajo ardiente promoviendo derechos democráticos para la gente de Venezuela y por su lucha para lograr una transición justa y pacífica de una dictadura a la democracia”.  

Corina contesta:  “Estoy humildemente honrada y agradecida en nombre de la gente de Venezuela.  No estamos listos aún, estamos trabajando duro muy duro para lograrlo;  pero estoy segura de que lo haremos y esto es, ciertamente, el mayor reconocimiento a las personas que lo merecen. ¡Muchas gracias… muchas gracias!.”  ¡Me encanta que en ningún momento piensa solo en ella, sino en plural, en el “movimiento”, en toda la gente de Venezuela!.  

Su carta de agradecimiento en la que insiste en que es un premio para el pueblo de Venezuela, más que para ella, es realmente admirable. Citó algunos párrafos:  “Con profunda gratitud, acepto el honor de recibir el Premio Nobel de la Paz, que me confiere el Comité Noruego del Nobel, y que recibo en nombre del pueblo de Venezuela, que ha luchado por su Libertad con admirable coraje, dignidad, inteligencia y amor”.  

-“Los venezolanos hemos sufrido 26 años de violencia y humillación a manos de una tiranía obsesionada con someter a los ciudadanos y quebrar el alma de la nación. La maquinaria de la opresión ha sido brutal y sistemática, caracterizada por detenciones, torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales que constituyen Crímenes de Lesa Humanidady terrorismo de Estado“.

-“Sin embargo, la respuesta del pueblo ha sido firme e indoblegable. Hemos forjado un movimiento cívico formidable, superando las barreras que el régimen construyó para dividirnos, y hemos unido a la nación en un anhelo poderoso: Paz en Libertad.

“El país está hoy muy cerca de alcanzar el objetivo. Este premio es un impulso único que inyecta energía y confianza en los venezolanos, dentro y fuera del país, para completar nuestra tarea”. 

– “Nuestro pueblo entendió que no puede haber Paz sin Libertad, y que conquistarla y defenderla requiere una enorme fuerza moral, espiritual y física. Venezuela será libre, y este logro propagará coraje y esperanza por todas las Américas, porque la libertad, la democracia y la prosperidad son los pilares que nos unen“.

-”A cada venezolano:  este premio es tuyo”. 

-”Ahora avanzamos con aún más fuerza, confianza y fe inquebrantable, porque vamos de la mano de Dios, hasta el final”.

 

 ¡Magnífica! ¿Verdad, querido lector? 

 Lo único triste del asunto es ver la poca sororidad de nuestra Presidente (con “a” como le gusta insistir a ella) Sheinbaum.  ¿Qué le hubiera costado, como bien dice Ciro Gómez Leyva, un sencillo: “¡Felicidades!”?  Se vió avara, insensible y descaradamente apoyando a una dictadura que ha dañado enormemente a un país hermano.  No “llegamos todas” como le gusta decir a la señora, cuando no te puedes congratular de un enorme logro de una gran mujer que ha arriesgado todo para tratar de que vuelva la democracia a su querido país.

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