Las oportunidades de Nacho Vázquez Torres para ser candidato a Gobernador por el PRI, parecería que florecerían con la siguiente elección para 1990-1991, pues ya entonces había menos valores y estrellas en el firmamento político guanajuatense, como Ramón Aguirre y el propio Miguel Montes, quien llegaba aún más fuerte bajo el amparo y apoyo de Salinas de Gortari, ya Presidente de México, pero Nacho Vázquez no se arredró y siguió perseverando en esta ocasión para pelearles la candidatura a los otros dos.
Durante su paso por la importante Delegación Cuauhtémoc del entonces Distrito Federal, Vázquez Torres se rodeó de varios guanajuatenses quizá futureando apoyos para la sucesión estatal; incluso nombró Subdelegado a un personaje leonés muy conocido, como lo fue Amador Rodríguez Leyaristi, un operador político importante, conspirador e intrigante.
En su libro de memorias “Un Hombre Feliz”, Ramón Aguirre relata textualmente que lo llamó a su presencia el Presidente Salinas de Gortari, para confiarle que el candidato para Guanajuato sería Miguel Montes y le ordenó hablarle para ofrecerle su ayuda, continuando él a cargo de la Lotería Nacional.
Agrega Ramón que aunque no le caía bien Miguel Montes, acatando la orden presidencial lo invitó a tomar un café y ahí le expresó su apoyo y ayuda, pero Montes, ya hostigado otra vez por Nacho Vázquez, le dijo que su mejor ayuda sería que ni Ramón ni Nacho se aparecieran por Guanajuato. Montes era muy mandón, además irascible, dice Ramón, se enojaba fácilmente y perdía los estribos; esa postura no le cayó nada bien, pero dice Ramón cumplió la orden de Salinas de no participar en la contienda y dedicarse a lo suyo.
Miguel Montes iba seguro con la candidatura, pero cayó en el juego y provocaciones de Vázquez Torres y no aguantó; lo atacó con denuncias en su paso como Delegado, pero aquél, ya no solo le respondió criticando que no era oriundo del Estado, sino de Jalisco, de Degollado, empero le soltó un misil que a la fecha aún repercute en la biografía política de Don Miguel y que no tiene caso repetir. Esto lo desquició: “…fue una lucha extremadamente vulgar”, dice Ramón Aguirre (pág. 222 de “Un Hombre Feliz”), inclusive trató de calmar a Montes, pero no lo logró; siguieron atacándose mutuamente con todo. Esto trascendió nuevamente como años atrás y Salinas modificó su criterio en favor de Ramón. Si Montes simplemente hubiera ignorado a Nacho Vázquez y sus ataques, su candidatura estaba asegurada, pero era un hombre de pasiones, de dignidad y de carácter fuerte. Salinas le reservó otras encomiendas posteriormente.
4.- Miguel Montes, como es bien sabido, nació en Degollado, Jalisco, y su niñez y parte de su adolescencia transcurrió en La Piedad, Michoacán, lo cierto es que desde los 16 años arribó con su madre a León, Guanajuato, donde estudió su Preparatoria en la entonces Escuela Preparatoria de León, dependiente de la Universidad de Guanajuato y después en la ciudad de Guanajuato en la Facultad de Derecho, donde fue un alumno sobresaliente, un gran campeón de Oratoria y luego un gran abogado y toda su carrera profesional y política la desarrolló en esta tierra, que amaba con todo su corazón.
Así que los ataques a su oriundez eran inocuos y sin sentido. Sus merecimientos, capacidad, preparación e identificación con los problemas políticos, sociales, económicos y demás temas del Estado, le eran perfectamente conocidos. Era su mejor oportunidad para haber sido Gobernador en 1991, y, no obstante, no lo fue.
El transcurrir de los años y nuevos episodios en la vida de Don Miguel Montes, determinaron su destino, pese a haber sido Procurador General de Justicia del D.F. y luego Ministro Numerario de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el haber tenido la experiencia como Fiscal Especial para la Investigación del Asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta en 1994, lo alejaron de una nueva oportunidad de ser candidato a la gubernatura.
5.- Cuando parecía ya todo olvidado y descartado para Ignacio Vázquez Torres en política; vino una última oportunidad para él en 1995, al convocar el gobierno interino a cargo del Gobernador Carlos Medina Plascencia, ya con una nueva ley electoral a modo, propuesta y elaborada por el Partido Acción Nacional, a elecciones extraordinarias pendientes por la vacante que había dejado Ramón Aguirre y ante la candidatura de un Vicente Fox que se agigantaba como seguro ganador en las encuestas, comentaron varios expertos que el PRI no encontró ningún prospecto o aspirante a candidato, pues todos no aceptaban las condiciones de desventaja; así que ni Pepe Chuy Padilla, ni Salvador Rocha Díaz, ni Roberto Suárez Nieto, se aventuraron como candidatos; pero al llegar a Vázquez Torres, éste si aceptó. La debacle del PRI fue terrible, obtuvo la más baja votación conocida hasta entonces; Fox arrasó a Nacho y parecía que esa estadística sería la peor históricamente para el partido otrora invencible, ahora el PAN tuvo el doble de votos que el PRI. Afortunadamente para Vázquez Torres, casi 20 años después, vendría a relevarlo de esa estadística fatídica del último lugar en la historia del PRI, el candidato Gerardo Sánchez García, quien no llegó ni a 250 mil votos. Pero esa será otra historia. Fin.
Agradezco a los amigos Tomás Bustos, Francisco Arroyo, Luz Santibáñez, José María Sepúlveda y Pepe Chuy Padilla, algunos datos que me orientaron y aclararon dudas sobre algunos hechos referidos.
