2.- Continuaremos con el político-político Ignacio Vázquez Torres, a quien no agregamos otras características profesionales o actividades que no fueran sólo la política, porque ésta la vivía intensa y permanentemente.

Hace apenas dos años que falleció Vázquez Torres (21/sept/2023) fue el más longevo de los tres personajes referidos, Luis Dantón Rodríguez y Miguel Montes, pues murió a los 84 años de edad.

Oriundo de Pénjamo, Guanajuato, también estudió Derecho y se graduó por la UNAM. La información sobre su trayectoria y biografía es profusa en las plataformas digitales, de tal manera que desde su afiliación del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a sus 19 años de edad, comienzan los registros de su andar político.

Una síntesis de sus logros lo colocan en un lugar sobresaliente, pues fue tres veces Diputado Federal y una vez Senador de la República; además en 1988 ocupó el cargo trianual de Delegado de la demarcación administrativa Cuauhtémoc en la ciudad de México. Sin embargo, algo que marcó su vida política y lo identificó para siempre fue su paso por la Secretaría de Gobernación y la aceptación generalizada de su relación cercana con Don Jesús Reyes Heroles, donde ocupara el cargo de Director General de Investigaciones Políticas y Sociales, que en su tiempo fue un servicio de inteligencia de México que después se fusionó con la Federal de Seguridad de pésima memoria y reputación.

También siguió a Don Jesús Reyes Heroles en la Secretaría de Educación Pública hasta su fallecimiento en Denver, Colorado, a donde acudía Don Jesús a recibir atención médica por el cáncer que padecía.

Conocí por primera vez a Nacho Vázquez Torres, allá por el año 1974-75 gracias a las relaciones que tenía con Adalberto Serna Gamiño, un ex compañero de la Preparatoria de León, ya ocupaba el cargo de diputado federal y era visitado por varios coterráneos. Para entonces, ya lo conocían bien, pues como lo comentamos había sido mencionado junto con Luis Dantón Rodríguez en la sucesión que ganó Ducoing y que ya era Gobernador.

Vázquez Torres, un hombre muy afable, de trato fácil y muy directo en su conversación hacia donde quería dirigirla sin rodeos; en esa etapa aún no asumía la actitud y seguridad con aires de imposición que tendría después de su paso por Gobernación. De rostro duro y mirada no fija, sino más bien muy móvil o escudriñadora. Cuando nos presentamos después de conversar algunos temas sobre mi escasa experiencia, al mencionar que laboraba en el Tribunal Superior de Justicia del D.F. como Secretario de Estudio y Cuenta con un Magistrado, ya de plano ni me tomó en cuenta y se concentró en los aspectos políticos con Adalberto, como era su total vocación y objetivo.

Su gran influencia y el grueso de sus seguidores se distribuían por tres zonas en el Estado: Celaya, Acámbaro y, claro, Pénjamo, su tierra natal. Tanto que en esos distritos compitió para Diputado y ganó.

Durante la auscultación del PRI para la elección de 1979 a la gubernatura, como ya lo comentamos, volvieron a ser mencionados y tomados en cuenta como posibles candidatos, nuevamente los dos ya para entonces más maduros políticamente, pero a ellos se sumó por primera vez el Maestro Miguel Montes y con gran fuerza, por lo que el CEN del PRI tuvo problemas para la definición ya que el proceso de selección de candidato se polarizó entre Miguel Montes y Nacho Vázquez y pese a dialogar con ellos de distinta forma, ninguno cedió; y cuando parecía que “el bueno”, sería Luis Dantón como tercero en discordia, por la confrontación Vázquez-Montes, se inclinó el dedo mayor por Velasco Ibarra, como ya lo mencionamos; craso error.

Ya en la siguiente etapa electoral para 1984-85 en que se definiría la candidatura para Gobernador, valga anotar que sólo llegarían al final las figuras de Corrales Ayala y de Vázquez Torres dando la pelea desde las bases del partido. En ese tiempo, otro amigo que apoyaba con todo a Nacho Vázquez, como lo fue el inquieto Guillermo Quesada Guerra, insistió en reunirnos en un café con él, y a regañadientes lo hice; yo trabajaba en la Procuraduría General de Justicia del D.F., no tenía necesidad de aspirar a retornar a Guanajuato; pero fui al encuentro. Nacho era un hombre muy bien informado y al saludarnos con Memo, de inmediato y muy amable, me dijo que sabía yo apoyaba o simpatizaba con Corrales Ayala y efectivamente lo asentí, pero nos dio gusto saludarnos y comentó que en política todo puede suceder, agradeció a Memo el encuentro y nos despedimos.

Obviamente, quienes defenestraron a Velasco Ibarra y a su equipo, fueron los mismos que impusieron desde Gobernación al Oficial Mayor, Rafael Corrales Ayala. Strike cantado. Ya Nacho Vázquez llevaba tres veces perdida la candidatura.

Continuará: Ocaso de Vázquez Torres y última oportunidad de Miguel Montes.

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