“Habla suave y carga un gran garrote”.

Teddy Roosevelt

26 presidente de Estados Unidos

Con una sonrisa discreta, de voz suave y con brillo en los ojos, lo dijo todo: “Sí, que aclare el senador”,  respondió la presidenta Claudia Sheinbaum a la pregunta de una reportera en la mañanera. La frase equivale a un puño con el dedo gordo hacia abajo, eso que hacían los emperadores romanos en el Coliseo. El líder del Senado, Adán Augusto López, fue aniquilado, sepultado junto a su enorme poder y, además, amenazado de ser investigado a fondo en sus bienes con solo 5 palabras, un gesto y una sonrisa. 

En una conferencia de prensa a la que llamó el tabasqueño, ante periodistas inquisitivos (como debe de ser), el exjefe del líder de “La Barredora”, lanzó mensajes crípticos sobre su conocimiento de las tripas del poder. Hizo recordar que él estuvo en la Secretaría de Gobernación, ahí donde todo se sabe. También habló de patos y escopetas, de quién le tira a quién; luego reverenció a Sheinbaum. El político perdió el control al dar explicaciones de sus “ingresos”. Hoy la credibilidad del socio fundador de la 4T es menor que la de un merolico vendedor de remedios en una esquina pública. 

A sus compañeros senadores les tocará dar cuenta de sus restos políticos. Cuando él pensaba que era inamovible, que el apoyo de Palenque era suficiente para seguir adelante después del escándalo de Hernán Bermúdez Requena, surge el dedo presidencial. Sheinbaum nos da una lección de que todo el poder en México lo tiene una sola persona.

En una semana, la primera presidenta usa un puño de hierro dentro de un guante de seda. Dos hombres poderosos se doblaron ante ella. El primero fue Ricardo Salinas Pliego, quien propuso una “mesa de negociación” para pagar lo que presuntamente debe. Después de meses no tuvo más remedio que levantar la bandera blanca ante lo que viene. Son 48 mil millones de pesos lo que debe pagar y no hay descuentos, dijo Sheinbaum con suave firmeza. 

Desde que Carlos Salinas de Gortari encerró al líder moral del sindicato de Pemex, Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, no habíamos visto una muestra de poder como la de la semana pasada. Dice Adán Augusto que lo publicado es un ataque a la 4T, a uno de sus fundadores. En realidad es un aviso desde dentro para que tenga una jubilación temprana. 

Los dos asuntos sirven de distractores ante el monstruo del huachicol fiscal, ese que es miles de veces más grande que los ingresos no declarados del tabasqueño. Si los datos que dan algunos comentaristas es cierto (170 mil millones), la magnitud es la de una montaña como el Everest. BBVA, el banco más grande de México reportó 107 mil millones de pesos de utilidades en 2024. 
Con la gran popularidad que tiene la presidenta, con el capital político de los primeros años, puede promover un cambio radical en la forma de gobernar. Una gobernante que no tiene miedo de amenazas, que habla suave y lleva un gran garrote, recuperará la credibilidad que perdió Andrés Manuel López Obrador con tanta prédica mentirosa. Si algunos todavía pensaban que se gobierna desde Palenque y no desde Palacio, ahora conocen el error en el que están. 

 

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