Si los proyectos nacen cuando alguien los imagina, podría decir que estrictamente, la UTL (Universidad Tecnológica de León) nació en el inicio de la década de los noventa, cuando en el Consejo Coordinador Empresarial se trabajaban ideas para ampliar la oferta educativa, pues se veía cerca la apertura comercial del País y en la ciudad faltaban técnicos y profesionistas, en lo que sería identificado poco después como el clúster cuero-calzado y se hablaba ya de la competitividad del sector curtidor. En 1993 era Secretario de Educación Ernesto Zedillo Ponce de León y ya se vislumbraba la necesidad de formar “mandos medios” para la industria, así como incrementar la matrícula universitaria en las áreas tecnológicas.

En Guanajuato la SEP (Secretaría de Educación Pública) trabajaba con la recién formada Secretaría de Educación de Guanajuato, que había surgido de la fusión de FYME (Federalismo y Modernización Educativa y que era la instancia federal y, por otro lado, la SECYT (Secretaría de Educación, Cultura y Recreación) estatal. Carlos Medina Plascencia como Gobernador Interino, se abría a nuevas ideas y fue así, de la petición del Consejo Coordinador Empresarial, presidido entonces por don Enrique Dorantes dueño de industrias MICLE, que se dio forma a un borrador de convenio para crear una Universidad Tecnológica, pues la realidad de la cobertura universitaria reflejaba una cantidad importante de estudiantes egresados de bachillerato que no encontraban lugar en la Universidad de Guanajuato o en el Instituto Tecnológico de León.

En esa primera parte de la década de los años noventa la Universidad de Guanajuato tenía una matrícula muy reducida en León en el área de medicina y de física y cuando estudiantes leoneses egresados de bachillerato querían cursar estudios, simplemente se quedaban fuera, pues ingresar a esas dos licenciaturas era prácticamente imposible. Ingresar al Tecnológico de León también era complicado, pues estaba saturado en su matrícula de primer ingreso. Así que las clases populares no tenían recursos para migrar a Guanajuato capital o a otros estados, ni para estudiar en una universidad privada. Es así que en 1994 se realiza el estudio de factibilidad para la creación de una universidad tecnológica en León a partir de lo que entonces se conocía como el “libro azul” que describía el modelo educativo de estas universidades de estudios “cortos” (Técnico Superior Universitario) y que tuvo su origen en el sistema europeo de estudios de 2 años. Ese año, 1994, en Dolores Hidalgo, había nacido la Universidad Tecnológica del Norte de Guanajuato y León -que se acercaba al millón de habitantes- no tenía en la práctica, una universidad pública.

Recuerdo las reuniones a las que asistía -por dirigir el área de investigación y posgrado de la Ibero León- y saber de los estudios y gestiones para que surgiera una opción popular accesible para quienes no tenían posibilidad de estudiar. Cuando se concreta el convenio del gobierno federal con el estatal con el empuje de los empresarios de León, allí nace en realidad la UTL, pues a través de un Decreto Gubernativo, nace y tiene como primer Rector a Fernando Zúñiga, siendo designado por el primer Consejo Directivo. La institución tuvo su sede provisional en el CIPEC, en la Martinica, creado por el sacerdote jesuita Alfredo Jacobo y fue allí, donde seguí manteniendo vínculo con esta institución, pues invitado por don Enrique Dorantes, formé parte de la primera terna para la Rectoría. El destino me ponía en el proyecto del nacimiento del SABES (Sistema Avanzado de Bachillerato y Educación superior) y ya dos años después, en 1998 al quedar vacante la rectoría se volvió a constituir una terna por concurso de oposición esta vez y así fui ganador del proceso. La ley de Guanajuato establecía entonces que los Consejos Directivos de las instituciones educativas nombraban a su Director y el Gobernador ratificaba o rechazaba. Así fue que el Secretario de Educación de Guanajuato me notificó el fallo del concurso de oposición y me hizo una cita con el Gobernador Fox y así me convocó a Uriangato-Moroleón al evento de inauguración del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores del Sur y me entregó el nombramiento el 31 de julio de 1998. (continuará)

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