Los narcisistas construyen castillos en el aire, mientras que los psicóticos, ¡los habitan! Esto parece evidenciarse en el sistema de salud que tenemos, mejor que el de Dinamarca, afirmó el Profeta de Palenque, y su sucesora que lo halaga constantemente, afirmando que políticamente son lo mismo. ¡Hagan de cuenta Eva Perón con el General Juan Domingo Perón!
Pues bien, en este sistema afirman que no hay desabasto de medicinas… pero si faltan medicamentos es por culpa de “las farmacéuticas”. En nuestra infancia, en el recreo, los que saltaban la cuerda solían entonar una rítmica cantaleta que decía: “¡Toma chocolate (del bienestar), paga lo que debes!”. ¿Y adivinen quién no sólo toma chocolate, sino que lo vende y no paga lo que debe? ¡Le atinaron!: el gobierno de la 4T.
Mientras les tira moquetadas a “las farmacéuticas”, acepta que les deben dinero. Pero no crean, estimados lectores, que les deben poquito: les deben más de catorce mil millones de pesos. O sea que, en el castillo aéreo que habitan estos genios de la 4T, pretenden que los privados pongan dinero para sostener al Gobierno y permitirle a éste que cubra sus obligaciones. ¡Por Dios, cómo quieren que les surtan medicamentos si no les pagan!
Deben hasta la risa en Pemex, les adeudan a los proveedores cientos de miles de millones de pesos; dicen que les van a pagar, pero no les pagan: las deudas se acumulan más rápido que los pagos. Ciudad del Carmen está en agonía por culpa de Pemex y, junto con ella, cantidad de negocios en todo México.
Y sí, es cierto que Pemex ha realizado -con cuentagotas- unos cuantos pagos, pero también se dice en el medio que para que una empresa se coloque mero arriba en la bandeja de “por pagar” necesita engrasar las ruedas de la burocracia (abundantísima, por cierto) que controla esta paraestatal. ¡No son buenos para pagar, pero qué tal para huachicolear!
Se antoja que a México le iría mejor si su Gobierno, en lugar de fabricar cartulinas para las mañaneras y repartir culpas como si fueran hostias en misa de 12, se pusiera a trabajar solucionando los verdaderos problemas. ¡Como el no pagar sus deudas!
No es por ser alarmistas, pero en el terreno económico -por lo menos para los próximos dos años- la calificadora Moody’s afirma que nuestro equilibrio financiero gubernamental pinta peor que Siqueiros entequilado. Afirma esta calificadora que, aún sin incluir la deuda de Pemex, la del Gobierno central se incrementará hasta alcanzar, para 2027, alrededor del 50 por ciento del PIB. Este trompo échenselo a la uña a los oficialistas que afirman que las finanzas públicas “están sanas” y que “vamos requetebién”.
Entre más pronto acepte la actual “transformación” que simplemente carga con demasiados proyectos deficitarios, más pronto podrán corregir rumbo.
No se puede subsidiar simultáneamente el AIFA, Dos Bocas, el trenecito Maya, una aerolínea del Ejército, la construcción de trenes de pasajeros obsoletos que nadie ha pedido y que cuesta mucho realizar y, sobre todo, mucho más mantener. Ello al tiempo que se reparten dádivas al por mayor, las cuales no sólo crean dependencia, sino que constituyen el empleo improductivo de los recursos que con gran esfuerzo contribuyen todos los mexicanos al erario vía impuestos.
Hoy, en este mismo periódico, seguramente estarán leyendo que se ha disparado el índice de jóvenes que no estudian. Crece, pues, el “no estudio” como consecuencia de las dádivas: el fenómeno de los “ninis”, jóvenes que ni trabajan ni estudian. ¿Qué futuro tiene México creando generaciones enteras de haraganes incultos e ignorantes? No lo decimos como insulto, sino como adjetivo: si no van a la escuela jamás adquirirán las herramientas del conocimiento necesarias para entrar a una inevitable competencia económica global.
Lo único que logran con estas políticas de dependencia es acostumbrar a futuras generaciones al dinero fácil, lo cual los torna propensos a la delincuencia: por más Chocolate del Bienestar que tomen, ¡Nunca pagarán lo que deben!
