Soy de los que nunca ha sido invitado a un informe de Alcalde en León. Pero que siempre disfruta como observador ciudadano, el intento de acercarme como uno más, al evento público. Algunos eventos, abiertos al pueblo y otros, solo para los contados invitados. Los informes en México, de acuerdo a la ley, han tomado dos rutas: uno en el formato legal donde se entrega un documento en físico y el segundo, donde los gobernantes pueden hacer en un evento público, una oportunidad para promocionar un proyecto político o a un candidato. Como sea, los informes no son en general, algo que la ciudadanía valore o conozca.
Considero que lo que tiene algún impacto, es el acercarse a la gente. Ale es una líder carismática, medido por los intervalos de aceptación en las elecciones (que es al final lo que cuenta), en franjas entre 50 y 60 puntos. Su popularidad (nivel de conocimiento) y de aceptación (saldos de opinión), no se han deteriorado, aún en su segundo periodo de gobierno. Si existiera un tercer periodo, seguramente, volvería a ganar la alcaldía. Estos hechos se deben a que es una mujer carismática y enormemente cercana a la gente y aporta al menos un tercio de la votación que la marca (el PAN) tiene en León.
Por eso, este tipo de ejercicios de rendición de cuentas, son interesantes para nosotros como observadores de la realidad de nuestro amado terruño. Hace unos días se dio en el Ayuntamiento, la entrega del primer informe del segundo trienio de Ale y tuvo el aval del pleno, aún con interesante debate político. Durante una sesión extraordinaria del Ayuntamiento que se realizó la mañana del 4 de septiembre, se dieron 387 observaciones, sugerencias y críticas (más constructivas que destructivas) en las mesas de trabajo de la semana anterior al evento. El presenciar una sesión de Ayuntamiento es un ejercicio también interesante, pues se pueden identificar las posiciones de los partidos políticos. Los partidos en el poder defienden el status y la oposición, por consigna, tiene que refutar y rechazar.
Por eso, el contenido del Informe será presentado a los leoneses el próximo 23 de septiembre (en lugar por definir), con los resultados sobre los ocho ejes de gobierno, sus 32 programas, 81 proyectos y 258 acciones que se reportaron en el periodo 2024-2025 del gobierno de León (ojo: trabajo colectivo de Ayuntamiento y funcionarios públicos), también, hay que decirlo, con la sociedad que participa y apoya. En la sesión del día 4, se dan debates, pues al final del día, la oposición tiene que oponerse siempre, y así se dieron los señalamientos sobre cifras, o formatos, o transparencia o lo que sea. La verdad, es que no encontré fondo sino solo ganas de dar lata, pues entiendo que, en los tres días con las mesas de trabajo, se pudo evaluar, corregir, ajustar y criticar, el contenido del Informe, y que es donde con su presencia, la oposición puede argumentar.
Es cierto que los informes no siempre presentan la verdad que es realidad, lo que se vive en las calles, pero coincido en que lo que se expone en el documento, efectivamente, es lo que se ha hecho; ya en educación o en desarrollo social, o en obra pública, o en medio ambiente o en buen gobierno. Lo que es cierto, es que el énfasis todavía debe ponerse del lado de las mayorías de la ciudad, quienes ven en las calles la realidad de la carencia. Por eso, aunque los datos del INEGI arrojan que Guanajuato y León tienen menos personas con pobreza multidimensional, hay más retos a futuro, como el agua, la inseguridad y la suplencia de fuentes de empleos por el entorno mundial.
Me gustó la posición de las regidoras Norma Patricia (Partido Verde) y Dessiré Ángel (Movimiento Ciudadano), que propusieron adecuaciones en las mesas de trabajo y que el Informe tiene avances, pues ni todo es completamente bueno ni completamente malo en este mundo. Este año, como otros, presenciaré el informe el día 23 entre la gente, desde donde vivimos la realidad de las historias de vida que se tejen socialmente en este desafío que es la confianza en el mañana resultado de nuestra jornada.
