Si algo le irrita a la ciudadanía es que el alcalde diga que Celaya es una ciudad segura y, por otro lado, tenga una caravana de autos blindados transportándolo a él, a su cofradía de servidores públicos y a su familia. Predicar con el ejemplo, es una máxima, más vieja que el primer mentiroso que apareció en la tierra, y tan cierta que a muchos les da urticaria.
Desde el 2012 la presencia del crimen organizado ha sido un gran pretexto para gastar el ingreso municipal en toda suerte de aditamentos, capacitaciones, armas, vehículos, capitanes, coroneles, comandantes y demás, con la intención de proteger a los celayenses. Han pasado 5 administraciones, y el gasto se incrementa al mismo tiempo que disminuye el número de policías. En las últimas 3 administraciones, los policías, han bajado casi a un tercio, pero el presupuesto creció dos tercios hasta pasar a los 900 millones de pesos anuales. ¿Eso tiene lógica? ¿Tiene lógica el gasto en blindaje municipal? No queda claro hacia donde se dirigen los esfuerzos.
Déjeme contarle que el blindaje de funcionarios, no es tan lejano. Con la administración del expresidente municipal, Ramon Lemus (2015-2018), se inició la compra de camionetas blindadas, él compró dos, con un costo de 4 millones 300 mil pesos, con blindaje 5; la ciudadana Paniagua, compró dos Suburban, costaron 6 millones 400 mil pesos, y una camioneta RAM, con blindaje nivel 5, con un costo de 2 millones 500 mil pesos. En total, 8 millones 893 mil pesos. Hasta ese momento se justificaba el número y el uso, porque fue el peor momento criminal en la historia de Celaya.
El 24 de octubre del 2021, a 14 días de iniciar su gobierno, el ciudadano Mendoza, declaró, “Son nueve vehículos blindados con los que dispone el Gobierno Municipal, para seguridad y traslado de algunos funcionarios, de ahí que NO SE TIENE CONTEMPLADO COMPRAR NINGUN OTRO EN LA PRESENTE ADMINISTRACION”.
En agosto del 2022, informó la SSC que había comprado una camioneta SUV todo terreno, modelo 2018, que sería “propiedad” de la Secretaria del Ayuntamiento de Celaya, pero que se había asignado al DIF, es decir, a la esposa del exalcalde.
En abril del 2023, el Gobierno Municipal de Celaya confirmó que gastó 29.5 millones de pesos para la compra de cuatro unidades blindades “Yagu”, todo terreno y de uso militar, cada una costó 4.7 millones de pesos. Con el resto, 10.7 millones de pesos, se compró 2 camioneta Suburban, de color gris, y negro, marca Chevrolet, con blindaje nivel 5; y otra más, una camioneta, Ford, modelo Lobo Raptor, color azul, para el servicio de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSCC).
La compra fue con recursos del presupuesto 2022 de la SSCC, que en ese momento ya ascendían a 580 millones de pesos. Por cierto, los Yagu blindados, son un gran atractivo en los desfiles, aunque se compraron, para labores en las comunidades. En esa misma declaración a la prensa, se informó que la Secretaría de Seguridad Ciudadana contaba con 20 unidades blindadas, entre ellas camionetas pickups para el Grupo de Operaciones Especiales (GOPES), y para protección del personal.
En octubre del 2023, la tesorería municipal informó que “Celaya fortalece su seguridad con la compra de 12 cuatrimotos todo terreno para la Secretaría de Seguridad Ciudadana”, con una inversión de 3.7 millones de pesos. Se destinaron a la “policía turística” del centro histórico. También, se ven muy bonitas en los desfiles y en la Alameda.
En agosto del 2024, a menos de dos meses de terminar el mandato del ciudadano Mendoza Márquez, informó que comprarían cinco automóviles sedán, cuatro camionetas Pickup equipadas para la SSC, y una ambulancia para Protección Civil, además, tres camionetas blindadas. Su costo total fue de 23 millones 150 mil pesos. El gobierno del estado aportaría 10 millones de pesos, y el resto sería recurso municipal. Estas unidades, en su mayoría, fueron estrenadas por la actual administración del alcalde Ramírez.
En noviembre del 2024, el alcalde actual, informó que el expresidente municipal se había llevado cinco camionetas blindadas para él y su familia, además de entre 25 y 30 escoltas que eran expolicías federales, dijo que se le hacía inadecuado, debido a que la ley marca que la seguridad es por un año, “pero solo para el presidente municipal y NO PARA EL RESTO DE SU FAMILIA”.
En marzo de este año, el alcalde Ramírez, informó que hicieron un estudio de riesgo, y que los resultados se le hicieron llegar al expresidente Javier Mendoza, quien lo aceptó, “y ya regresó más de la mitad de las camionetas y de los escoltas”. Mencionó que una camioneta ya había sido entregada para reparaciones, pero que ya no se la habían devuelto.
El asunto de la protección personal de los alcaldes y sus familias, ha rebasado lo increíble. El dato final del exalcalde, nos arroja un gasto de 20 millones de pesos en promedio por la compra de cinco camionetas blindadas, más 5 millones 400 mil pesos por salarios de 30 custodios, durante 6 meses que los tuvo a su servicio. Además de gastos de gasolina, alimentos, armas, seguros de vida y vehiculares, en un cálculo a la baja, sería una cantidad similar. Llegaríamos a 10 millones 800 mil pesos en seis meses, sin considerar el costo de las armas, y los vehículos. Hablamos de 1 millón 800 mil pesos por mes. O sea, es 18 veces más de lo que gana en un mes el alcalde. Es irrazonable.
La cifra anterior, nos da una idea del gasto que puede hacer el municipio por cada camioneta blindada que ocupan los “servidores públicos” y sus familias. De acuerdo a la información hecha pública, del 2018 al 2025, han adquirido 12 camionetas blindadas para uso discrecional, lo cual es una cifra impresionante. Y repito, eso nos da idea de la desmesura a la que han llegado, sin considerar que además utilizan elementos y vehículos de la policía municipal para su cerco de seguridad. Ahora, a decir del alcalde, además es custodiado por 2 vehículos y 12 elementos de la Guardia Nacional. De sus funcionarios, no hay detalles, pero eso no obvia las preguntas ¿Qué hicieron? ¿de qué se protegen?
Según el alcalde morenista, después de despedir a los fedepales (340), en octubre del año pasado, se quedó con 100 policías, pero también con un presupuesto para seguridad cercano a los 900 millones de pesos. Los despidos no rebasaron los 40 millones de pesos. Haga cuentas, los ahorros no son pocos, tienen recursos de sobra. Sin embargo, el gasto replica los vicios de las administraciones pasadas, disminuyen los elementos policiacos, aumenta el presupuesto y se compra como si fuera ferretería.
Realmente la seguridad de Celaya, está en manos de 500 elementos de la Guardia Nacional de forma permanente, sin costo para el municipio, y con 1500 elementos más, de manera intermitente, reforzados por la Sedena. Gracias a ellos, bajaron los homicidios dolosos, dejando a los pocos policías municipales con tiempo para realizar otras labores. Y claro, sus jefes tienen tiempo para dar el parte policiaco en las mañaneras, sin importar contradecirse con el alcalde, o desviando las responsabilidades sobre los eventos de sangre, que los hay.
Hace unas semanas se publicitó una compra por cerca de 100 millones de pesos para vehículos y tecnología para la SSCC, y llamó la atención porque el número de vehículos municipales, es muy numeroso en función de los elementos que quedan. Y en general, recuerde que había, un vehículo por cada 3 servidores públicos municipales.
La semana pasada, el Secretario de Seguridad Ciudadana informó que habían adquirido 4 camionetas blindadas, eso cayó como agua fría en los ciudadanos. El ánimo de la gente se crispó, es normal, porque Celaya ha sudado sangre por años, y con desgano pagan impuestos que se utilizan en blindajes de funcionarios.
No pasaron 24 horas y al otro día, el director de policía, y el presidente municipal, desmintieron al Secretario de Seguridad, y exhibieron cuatro camionetas de “uso rudo” sin blindaje, que costaron, 1.4 millones de pesos cada una, en total 5.6 millones de pesos para “trabajo táctico” policial. ¿Hacían falta? Creo que lo que hace falta son policías, porque los cadetes no llegan a policías, al parecer no pasan el examen de confianza, y los policías cada vez son menos. Pero sigamos.
Después del desmentido, que le hizo poca gracia a los ciudadanos, el viernes pasado, el ciudadano Ramírez, alcalde por la gracia de Dios, aprovechando la presencia de la prensa nacional en el Primer informe de resultados de la presidente Claudia Sheinbaum, realizado en el municipio de León, denunció que tuvo “presiones de distintas formas: manifestaciones, amenazas. Nos dejaron balas en la mayoría de los autos que ocupamos”. Obviamente blindados, pero luego rectificó, que solo fue a él, al director de Fiscalización y al director de Desarrollo Urbano, aunque “eso había sido antes”, pero que no denunció. ¿Fue un resbalón, protagonismo o justificación por el uso desmedido de protección? Lo dicho por el alcalde, confirma porque los celayenses sin blindaje, se sienten ofendidos, engañados, y desprotegidos por el municipio.
Reflexionando el uso de los vehículos blindados por los funcionarios, es claro, que ellos solo reciben órdenes, que no deciden nada en sus respectivas áreas, que todas las decisiones están centralizadas y son verticales. ¿Por qué el afán de custodiarlos como si fueran ministros de estado? ¿De qué se protegen? ¿Qué hacen de extraordinario? ¿Cuál es su temor, sí son ciudadanos honrados, y de buen vivir? ¿Se justifica el derroche de recursos? ¿O quizá, con esos recursos del pueblo, están protegiendo algo indebido?
Hablan de amenazas, pero quien se siente y está amenazado es el ciudadano común, porque los malos gobiernos fueron los que apadrinaron la violencia y la delincuencia, unos por acción y otros por omisión, y otros más, por sus torpes afanes de poder.
El blindaje para unos cuantos, y la desprotección para la mayoría no solo es injusta, sino irregular. En este año, al día de hoy, en Celaya hubo 347 víctimas de homicidio. Y ese blindaje ni siquiera lo usan para proteger a los mismos elementos de seguridad, en el curso del año, asesinaron a 7 policías, y hay dos elementos de tránsito desaparecidos
Es medular que los recursos se inviertan de manera estratégica, planeada y transparente, pero priorizando áreas que generen beneficio social y económico como infraestructura, salud, educación, y, sobre todo, la seguridad del pueblo, no de una minoría sin sentido de responsabilidad social y profesional.
Esto que estamos viviendo en Celaya, no es resultado de un gobierno de izquierda, ni de derecha, es de un gobierno sin rumbo, gastando a manos llenas el dinero que con mucho sudor paga el pueblo. ¡Celaya merece un buen gobierno!
REVOLCADERO. La “Black Mamba” es un vehículo blindado entregado a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Celaya en 2020 por el gobierno estatal. Este vehículo táctico, cuenta con capacidad para transportar 13 pasajeros, protección blindada y movilidad para operaciones militares y policiacas en diversos terrenos. En su historial de servicio policiaco, cuenta con el homicidio culposo de una persona en la comunidad de la Luz en marzo del 2022, e igual que los “Yagus”, tienen en su haber, impecables desfiles en fiestas patrias, acompañadas desde luego por las lustrosas cuatrimotos.
