Queridas víctimas de esta columna que va hacia los 30 años. Les compartí que, en noviembre del año pasado, la Ciudad del Niño Don Bosco AC y la Asociación Civil “Familias de Corazón Guanajuato”, que aglutina a quienes hemos adoptado a algún menor, presentamos una iniciativa ciudadana al Congreso Local para que se reformara la Ley Estatal de NNA (Niñas, Niños y Adolescentes) a partir de un diagnóstico de la realidad de la ley vigente y que afecta a los menores “institucionalizados” (quienes viven en Orfanatos o Casas Hogar) y a aquellos que egresan de esas instituciones. Además, busca simplificar los procesos de adopción y atender el rezago en adolescentes que, al no ser adoptados, salen a los 18 años a la vida real, sin tener herramientas para enfrentar al mundo.

En la primera parte de reformas, el Congreso de Guanajuato, tiene ya una propuesta consensuada para abolir la “adopción simple”. Paso a explicar. A nivel nacional existe la adopción simple y la “adopción plena”, en donde la primera es un acto jurídico en el cual, los mayores adoptan con amor a un menor, pero con la posibilidad de la “revocación”; en tanto que la segunda, tiene un efecto completo en donde los mayores toman absolutamente la vida del menor, sin considerar la posibilidad de revocarla. 

Este asunto que parece solo jurídico, pero tiene un fondo mucho más importante, pues en el primer caso queda la posibilidad de que las familias adoptivas rechacen por alguna razón al menor e incluso también que se abstengan de poderle beneficiar de aspectos hereditarios. Considero que el asunto es más de fondo, pues la adopción es un acto pleno y absoluto de amor. Desde luego que también los menores adoptan a la familia, pues cuando éstas solicitan una adopción, el Estado mexicano evalúa la idoneidad y extiende un certificado que permite concretar la solicitud y después, les es asignado a un menor para que entren a procesos de “convivencias”, para posteriormente, tener una dinámica de “emparentamiento”, donde la convivencia se hace más intensa y al final, ambas partes (el menor y la familia) deciden o no, la adopción. Pero digo que sí es cierto que en primera instancia la familia adopta al firmar la solicitud y después al conocer el expediente del menor, lo confirma. Pero también es cierto que el menor al conocer a la familia da su consentimiento y más, cuando se trata de adolescentes. 

Por eso, cuando la ley contempla la adopción “simple” mantiene en mi opinión, una protección a la familia para no hacer un acto sin reservas al menor adoptado. Si bien es cierto que la estadística ha reflejado que algunas familias rechazan a los menores adoptados por diferentes razones, lo cierto es que cuando se tienen hijos adoptivos, soy de los que opina que debe darse la adopción sin algún tipo de reserva. Es así que celebro la inminente abolición en Guanajuato de la adopción simple. Si bien el trámite del cambio a la ley, todavía debe pasar por la aprobación del pleno del Congreso, considero altamente probable que sea aprobada esta primera parte de la reforma a la Ley General de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Guanajuato. 

Viene atrás todavía, la discusión de la reforma que busca facilitar las adopciones y evitar que cientos de menores sigan “institucionalizados” y condenando su vida a seguir en el encierro de las Casas Hogar hasta que cumplen 18 años y salgan a la “vida independiente” sin las herramientas que una familia adoptiva les puede dar. Hace falta mucho sin duda como sociedad para que se concreten actos bondadosos como la adopción para restituir los derechos de los menores a tener una familia. Pero también se necesita un cambio de cultura para evitar el rechazo, el bullying y la discriminación hacia los menores que han sido ya adoptados. Las historias de los menores son terribles y reflejan al final el desamor de los procreadores hacia el menor que es abandonado o rechazado o violentado. Así que este inicio de reforma la ley, en mi opinión, debe ser aplaudido para que poco a poco, esta sociedad tan enamorada de las mascotas y con olvido a los menores en orfandad, pueda poco a poco, devolverles el amor que les fue arrebatado.

 

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