Sigue el boom de las motocicletas en Guanajuato, pues es una opción real de transporte, animada por el rechazo de la ciudadanía de las clases medias bajas a usar el transporte colectivo por su ineficiencia. El problema, es que usar moto quintuplica la probabilidad de sufrir accidentes, pues es un riesgo para la seguridad de todos. Ya circulan en el estado más de 600 mil motocicletas y de continuar la tasa anual de 18%, puede llegar al millón en 5 años y con eso, incrementar el caos que vivimos. Además, hay municipios como San Francisco del Rincón, Moroleón y Uriangato, donde las tasas de motos por cada 1,000 habitantes, superan por mucho el promedio nacional. Este fenómeno refleja la crisis del transporte público y la facilidad para comprar motos, pero también plantea riesgos de seguridad vial. En el Congreso Local se debate aplicar nuevas reglas para motociclistas incluyendo cascos rotulados y aumentar el tamaño de las placas.
He medido y compartido en este espacio, datos sobre el incremento asombroso que han tenido las motos en León y que nuestra movilidad ha cambiado drásticamente en León (movilidad es esa capacidad de libre tránsito que tenemos las personas de acuerdo a las necesidades de nuestra vida y solo con la restricción de la infraestructura, diseño urbano, territorio, tecnologías, costos, etc.). Somos una ciudad que marcó una pauta en la estrategia nacional de movilidad al crear por primera vez en México, un sistema multimodal que conocemos como “las orugas” y que ahora utilizan otras ciudades como Puebla y Ciudad de México. De la misma manera, hemos sido líderes en la movilidad de ciudadanos que usan bicicletas, pues la densidad de ciclovías nos ubica todavía como una de las 3 ciudades que más facilitan el traslado con este medio.
León fue un “pueblo bicicletero” por la enorme densidad de bicicletas, pero con el crecimiento urbano, las distancias y la evolución económica, muchos ciudadanos buscaron migrar a otro medio más rápido y económico al no alcanzar a adquirir un coche. Las motos son ahora la opción. Por eso, tienen un incremento enorme. El modo de transporte se puede medir por el número de viajes diarios, pues el número de coches, bicicletas, motos, etc. no siempre refleja el uso (podemos tener coches sin mover, por ejemplo). La bicicleta se ubica entre el 5 % y el 7 % del total de viajes, en tanto que el taxi anda entre el 2 % y el 3 % considerado ya el boom de los transportes ejecutivo y de plataforma. El transporte público oscilaba entre el 35 % y 40 % y sigue en bajada; el automóvil es el de mayor uso, pues los viajes están entre el 40 % y el 50 %. En este cálculo, las motocicletas han subido del 5% que tenían, para oscilar ya entre el 10% y el 15 %.
Las motocicletas tienden a crecer todavía más en número y viajes. Los motociclistas tienen como principales motivos: trabajo, motivos familiares, traslado de mercancías e incluso traslado a la escuela. El incremento de la motocicleta seguirá, pues las clases medias bajas lo requieren. Tienen un precio promedio de compra de 20-30 mil pesos y bajos gastos de combustible y mantenimiento, por lo que tendremos cada vez más probabilidad de encontrarnos con una de ellas en la calle.
Pero los accidentes, aun con el derecho a la movilidad que tienen los motociclistas, sigue en aumento y por ello, reglamentos como el de la Ciudad de México se han endurecido en requisitos y por fin, lo hará el de León. La cultura vial tendrá que fomentarse entre los conductores, así como las medidas de protección y prohibir que sea utilizado como vehículo familiar transportando niños y bebés. El uso de carreteras en fines de semana es también otro punto de alto riesgo por la incompatibilidad con el uso vehicular. Tendremos que aprender a reglamentar y a respetar, para evitar que se incrementen los números de siniestros, pues tendremos motos para siempre.
Además, están las mini motocicletas eléctricas con Crecimiento Anual Compuesto (TCAC) de 15 % en México y viene también el de los patinetes eléctricos (scooters) que está experimentando un crecimiento muy significativo, impulsado por la urbanización en la llamada “micro movilidad”, la búsqueda de transporte sostenible y los avances tecnológicos en baterías y eficiencia de motores y con una tasa de alrededor del 12 %. Pronto, ya no cabremos en las vialidades.
