HAY UN SEGUNDO CAPÍTULO de la visita de Marco Rubio que concluyó ayer. Se trata del viaje que pronto emprenderán el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, y su segundo de a bordo, Luis Rosendo Gutiérrez, a Washington para conversar los pendientes en materia comercial que fueron tocados por el propio secretario de Estado.
LO QUE SE SABE, o al menos a algunos empresarios mexicanos así se los han informado, es que el secretario de Comercio de EU, Howard Lutnick, y la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, establecieron 57 puntos a revisar sobre temas de intervención del Estado en la economía, políticas públicas y asuntos laborales que preocupan a Washington.
EL TEMA DE la política energética puede ser inflamable en la relación si no se atienden las consideraciones de las oficinas estadounidenses.
TAL VEZ POR ESO fue que el Departamento de Estado emitió un comunicado con matices y diferencias sobre lo conversado en Palacio Nacional entre Rubio y la presidenta Claudia Sheinbaum. Y es que advirtió sobre la exigencia de revisar las barreras comerciales porque, como puede observarse, ya no fue materia del comunicado conjunto entre México y Estados Unidos.
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BAJO ESA SOMBRA, de todas formas, la presencia de Marco Rubio en México resultó mucho más conciliadora de lo que se esperaba, peeero… al mismo tiempo fue sumamente tajante sobre lo que Estados Unidos quiere y espera de México.
LA VISITA DEL secretario de Estado fue antecedida por el ataque del gobierno de Trump a una lancha en la que presuntamente jóvenes venezolanos llevaban droga hacia EU. El tema dominó la conferencia de prensa de ayer entre Rubio y Juan Ramón de la Fuente y le hizo mosca a los -invisibles- acuerdos de la visita.
EL SECRETARIO de Estado reiteró que irán contra los narcos “a donde estén”, de lo cual seguramente tomó nota el gobierno mexicano.
CUENTAN QUE LA redacción del comunicado conjunto tuvo sus bemoles y estira y afloje, aunque al final pueden darse por satisfechos de transmitir sonrientes que van a cooperar ambos gobiernos en materia de seguridad. Vamos a ver.
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¿QUÉ HACE FALTA para que Guerrero sea declarado un Estado fallido? Hay demasiadas evidencias del descontrol criminal. Y, por lo mismo, la postura del gobierno federal necesita cambiar del “no me entero”, al “ya tomo las riendas”.
PORQUE no solo es el asesinato del subsecretario del Bienestar en la entidad, no hay que olvidar el asesinato y decapitamiento del alcalde de Chilpancingo, así como los cientos de ejecutados frente a los cuales la gobernadora Evelyn Salgado no parece reaccionar con firmeza.
PERO POR MÁS que en Guerrero traten de disimular que todo está bajo control, en Palacio Nacional ya tomaron nota de que las cosas están muy mal. La pregunta es: ¿alguien tomará una decisión al respecto?
