Muchos tenemos recuerdos de la infancia, cuando en la primaria, siempre había compañeros bravucones que andaban haciendo “camorra”; lo hacían una y otra vez, hasta que a alguno les “colmaba el plato” y entonces, le ponían un “estate quieto”.
Estos compañeros, siempre criticaban a otros y terminaban las discusiones a “gritos y sombrerazos”, provocando los golpes. Por eso me acordé de esos compañeritos, toda vez que sabiendo de ese curioso personaje de la política mexicana que es Noroña (omito su nombre completo, pues así se le conoce en el País), tipifica a ese estilo de irrumpir y destruir los entornos pacíficos. Son muchos los videos que documentan el estilo grosero, soez, altanero, agresivo, provocador que tiene Noroña con los demás. Ni modo, así es.
Pero Noroña encontró “la horma de su zapato”. Para un grosero, otro. “Alito” Moreno, es uno más de esos personajes en la triste historia política mexicana, que se adueñó de lo que queda del PRI, para su propio beneficio. Son resultado ambos, del estilo de hacer política en México, donde el poder se gana primero en los partidos y después, como sea, en las calles. Por eso, ambos casos son indefendibles, de dar pena. El buen camarada Noroña, además, tiene documentada esa manera grosera de tratar a los demás, y en especial, a las mujeres y a los subordinados.
Todos los humanos estamos hechos de barro, es una verdad. Tenemos nuestras virtudes y defectos, pero cuando estos afectan a los demás, -aun cuando se quieren defender ideas o imponerlas al prójimo-, las cosas se complican. En el video de su último día en el Senado, se observa cómo Noroña busca pleito, agrede verbalmente y después, pues enfurece al contrario como solo él sabe hacerlo para salir corriendo. No celebro que lo hayan puesto en su lugar; los golpes no son la manera de acordar; y menos cuando ya todo se puede grabar y las siguientes generaciones ven los espectáculos de los políticos, como si no tuvieran suficiente con la vida real que corre en las redes sociales inundadas de odio y muerte.
Pero “haya sido como haya sido”, tuvimos que ver a Noroña como Presidente del Senado mexicano, en este folklórico escenario donde la República es representada por personajes de este perfil impresentable. Pero así es nuestro querido México, tan lleno de florituras y paisajes. Cuando más deberíamos trabajar en la concordia, más tenemos estos desencuentros. Poner a personas que dividen, cuando el arte de la unión, es algo que históricamente, nunca se nos ha dado a los mexicanos. Pero la cuestión de fondo, en mi humilde opinión, es que Noroña, proveniente de este estilo “porro” de ascender y destacar en la izquierda mexicana, antes en la lucha en las calles y ahora en el disfrute del poder, es su incongruencia de vida pobre, cuando ya no lo vive. Igual que AMLO, todo lo que antes criticaba, ahora lo vive.
Hoy, los partidos en el poder, viven con todos sus nepotismos y “movidas”. Quienes antes criticaban a los ricos y su discurso era de defensa de los pobres, hoy gozan de buenos sueldos y de todo lo que regala el poder. No me alegro de ver a dos senadores liándose a golpes; me entristece que la polarización del País nos lleve a todos esto. Perdimos la capacidad del diálogo y la agresión es ahora reflejo de esa bajeza de valores. Ahora los medios de comunicación sacan los “trapitos al sol” de Noroña, mostrando que en realidad acumula riqueza y gusta de lo bueno. Y ése es el asunto de fondo: la riqueza no es mala. Ojalá todos la tuviéramos, solo que Noroña hizo su carrera política criticándola y ahora, la disfruta. La izquierda siempre se había distinguido por tener una congruencia entre lo que se dice y se hace. Por eso, en la historia del País, muchos de sus líderes, son hoy recordados por su congruencia. Pero cuando la transformación se hace gobierno y se institucionaliza, salen los demonios. He visto cómo cantidad de camaradas tienen a la familia completa en cargos gubernamentales y cómo los mismos hijos de AMLO han formado redes de contratos por asignación directa en las mega obras. Y aunque hay cantidad de idealistas políticos que provienen de la izquierda histórica y hoy son gobierno, la verdad es que las “mieles del poder” son muy sabrosas y la lengua por más que lo quieran, ya no les alcanza.
