La llegada de Morena a la alcaldía de Celaya, no fue casualidad, ni un milagro, llegó porque quienes gobernaron Celaya durante los últimos 27 años, lo hicieron mal, muy mal, de otro modo, continuarían con su proyecto de ciudad que solo ha beneficiado a unos cuantos, y a todos aquellos que encontraron en el municipio, el mejor soporte para esponjar sus iniciativas comerciales. ¿O ganó Morena la elección municipal en Celaya porque el PAN ha gobernado a las mil maravillas?
Desde luego que Morena ganó para gobernar y gestionar el municipio de mejor forma, es el compromiso moral, político, ideológico y económico con sus habitantes, pero mes a mes, los resultados son desalentadores. Desde luego, que eso lo reprueba la ciudadanía, y la mejor forma de medir ese descontento es a través de las encuestas, en lo personal, no puede haber una desconexión entre los hechos de gobierno, y la opinión ciudadana.
Hoy nuevamente, le expongo los resultados de tres empresas encuestadoras, que sumadas a las cuatro anteriores que le mostré la semana pasada, nos revelan la situación en la que se encuentra, específicamente Celaya, y otros municipios. Cuando usted observa los resultados coincidentes de siete empresas de carácter nacional, y vive lo que ocurre en el día a día de nuestra ciudad, qué podrían negar los aludidos.
DEMOSCOPIA, MITOFSKY, ARIAS CONSULTORES UNA PISTA SEGURA.
Demoscopia Digital, tiene un seguimiento mensual de 10 alcaldes de Guanajuato, lo que permite contrastar la APROBACION entre un mes y otro, y desde luego, las posibilidades de que los resultados sean producto de un pago, como lo señaló el alcalde de Celaya, se verían reflejadas con cambios bruscos, o porcentajes que la población inmediatamente detecta, sobre todo en municipios que no necesitan gran explicación sobre su mal gobierno.
A mis tres lectores, les pido paciencia con estos temas, sobre todo porque son números que no dejan mucho a la imaginación. Demoscopia Digital, ubica en el primer lugar estatal a Salamanca, en el mes de noviembre del año pasado obtuvo un 65.7% de aprobación, en el mes de febrero 62.4%, y en el mes de julio 65.5%; en segundo lugar, San Miguel de Allende, en noviembre obtuvo 62.4%, en febrero 60.8%, y en julio 63.1%; en tercer lugar, Irapuato, en el mes de noviembre obtuvo 64.5%, en febrero 58.1%, y en julio 62.3%; en cuarto lugar, León, en el mes de noviembre obtuvo 60.1%, en febrero 61.1%, y en julio 61.8%; en quinto lugar, Valle de Santiago, en noviembre obtuvo 58.6%, en febrero 56.2%, y en julio 61.6%. Estos son los primeros cinco lugares del mes de julio, en sus antecedentes del mes de noviembre y febrero se puede observar que mantienen sus rangos sin grandes brincos.
Siguiendo la lista, en sexto lugar se encuentra Celaya, en noviembre obtuvo 55.3%, en febrero 40.8%, y en julio 60.2%; en séptimo lugar, Silao, en noviembre obtuvo 60.9%, en febrero 59.7%, y en julio 57.6%; en octavo lugar, Dolores Hidalgo, en noviembre obtuvo 43.4%; en febrero 47.3, y en julio 53.4%; en noveno lugar, San Francisco del Rincón, obtuvo en noviembre 44.5%, en febrero 42.1%, y en julio 47.1%; y finalmente, en decimo lugar, Guanajuato capital, en noviembre obtuvo 66.2%, en febrero 55.1%, y en julio 42.5%.
De este bloque, Celaya tiene picos que van de mas a menos, y de menos a más, teniendo una diferencia de casi 20 puntos, lográndose colocar en una posición intermedia. El otro caso es Guanajuato, que baja de manera continuada hasta 23 puntos de aprobación. Estas dos alcaldías en prácticamente todas las encuestas se encuentran en posiciones reprobatorias, y Guanajuato Capital en los últimos lugares de las encuestas nacionales.
Arias Consultores, es otra de las empresas encuestadoras, que marca tendencias muy drásticas. Evalúa en un ranking nacional de 100 alcaldías, cuatro municipios son del estado de Guanajuato. El primer lugar estatal en Aprobación en el mes de junio es, León, con 63.2%, como antecedente obtiene en noviembre 60.8%, en febrero 21.7%: en segundo lugar, Celaya, en noviembre obtiene 32%, en febrero 21.7% y en junio 32.2%; en tercer lugar, Irapuato, en noviembre obtiene 26.6%, en febrero 17.3%, y en junio 12.7%; en cuarto lugar, Guanajuato, obtiene en noviembre 23%, en febrero 9%, y en junio 5.1%. Nuevamente, Celaya tiene una alta desaprobación; Irapuato muy alta; y Guanajuato, prácticamente está al margen de la aprobación ciudadana.
Esta encuesta de Arias Consultores, tiene resultados muy extremos, y quizá se explique por varias razones: el método de recolección de información, el instrumento de captación, el proceso de encuesta efectiva, y los dos filtros que usa. El participante en la encuesta, tiene amplia libertad para contestar, y de cierto, el contexto social y político lo tiene enfrente, porque lo hace desde una aplicación digital y desde su propio perfil en redes sociales. De este modo, considero que hay una expresión legitima.
Nuestra tercera empresa es Mitofsky, evalúa cada dos meses a 7 alcaldes de Guanajuato de un total de 150 alcaldes de México. El primer lugar en aprobación estatal es para León, obtiene en el mes de diciembre 52.9%, en febrero 53.5%, y en junio 52.7%; en segundo lugar, San Miguel de Allende, obtiene en diciembre 52.6%, en febrero 55.3%, y en junio 52.4%; en tercer lugar, Silao, obtiene en diciembre 51.9%, en febrero 49.8%, y en junio 43.8%. De los primeros dos alcaldes citados, las variaciones fluctúan en un rango de 3 puntos; el tercero, Silao, baja 8 puntos, que es notable, pero aun mantiene un margen de aprobación medio.
Los otros municipios, también arrojan datos interesantes. En cuarto lugar, estatal, se encuentra Salamanca, en diciembre obtiene 40.9%, en febrero 42.5%, y en junio 42.0%; en quinto lugar, Irapuato, obtiene en diciembre 40.8%, en febrero 43.8%, y en junio 41,8%; en sexto lugar, Celaya, en diciembre obtiene 30.5%, en febrero 38.3%, y en junio 41.2%; en séptimo lugar, Guanajuato Capital, obtiene en diciembre 46.7%, en febrero 44.4%, y en junio 29.7%.
En este segundo grupo de Mitofsky, los resultados de los alcaldes de Salamanca e Irapuato, mantienen un rango equilibrado, salvo Celaya, que sube 11 puntos (en el ranking nacional ocupa el lugar 118 de 150); y Guanajuato, baja casi 16 puntos (en el ranking nacional ocupa el lugar 143 de 150 en junio). En diez meses se han disipado los sueños de la reelección para estos alcaldes.
Los números, son una síntesis que encierran cientos de acontecimientos que, a la larga son determinantes para la aprobación, o para la generación de un profundo malestar social. Sin lugar a dudas, reflejan la estabilidad, o inestabilidad en la conducción del gobierno municipal.
Difícilmente las respuestas institucionales pasan desapercibidas, prácticamente todos los ciudadanos poseen un teléfono móvil que permite ubicar en tiempo real el ejercicio del gobierno municipal. De tal manera que la opinión ciudadana hoy está fundada, y de cierto motivada por el comportamiento de los, o las alcaldesas.
Ese ha sido uno de los factores subjetivos que afectan la calificación de los alcaldes, y que han pasado por alto. Los ciudadanos los observan, los escuchan, los revisan, los comparan, los investigan, los critican, los insultan, e incluso los interpelan. Las redes sociales, lejos de convertirse en válvulas de escape de la presión política, se han convertido en patíbulos, y juzgados de los que difícilmente pueden escapar. El escrutinio ya no pasa por los escritorios, ni se queda en oficios o memorándums.
Parecía prematuro hablar de un rechazo generalizado a los deseos de reelección de los nuevos alcaldes, pero a escasos 10 meses, en Celaya, y Guanajuato Capital, eso ya es un hecho. No habrá reelección, porque han ganado a pulso la animadversión ciudadana. En Celaya, el alcalde, un día sí y otro igual, comete todo tipo de irregularidades, es notorio y publico su afán de encubrir sus deslices con mentiras o con supuestos, que son desmentidos por sus propios subordinados.
El ciudadano Ramírez, exhibe con sus dichos y hechos una ignorancia total de procedimientos administrativos; su inexperiencia, lo lleva a confundir la administración municipal con un organismo privado, vulnerando derechos, y pasando por alto normas, procedimientos que afectan a la población.
Su administración es un galimatías, presume haber despedido a mas 900 empleados por no convenir a la administración, pero sus reemplazos no han dado mayor muestra de ser mejores, o menos peores; el costo de los despidos es una dilapidación del dinero de los impuestos que van más allá de 70 millones de pesos, pero también lo es, reemplazarlos por personal ineficiente. Estamos hablando que una parte muy importante del ingreso por pago del impuesto predial, se ha volatizado en despidos y reemplazos. Además, no olvidemos que aún hay casos en litigio que no se han resuelto.
Los problemas medulares de la administración siguen sin resolverse, la seguridad no solo es la disminución de homicidios del fuero común, también es la extorsión, las ejecuciones, el robo con violencia que perviven. Igualmente, el transporte público sigue sin tocarse; los servicios municipales son irregulares; la atención a las comunidades y sus problemáticas de marginación social es irrelevante. No hay nada que presumir, las obras que ha inaugurado, la mayoría son gestión de la administración pasada.
Pero hay que reconocer, que el fuerte del alcalde es pelear con todos. Su mayor mérito ha sido criminalizar y revictimizar a sectores de la población como lo hizo con la iglesia católica al culpar a sus ministros de la quema de artefactos pirotécnicos; a los habitantes de Rincón de Tamayo con la supuesta devolución de la administración del agua que no es potable, y sus restricciones; a los presidentes de colonos acusándolos de mentir o de politiqueros, o con el veto a periodistas, obligándolos a quejarse ante la PRODHEG. Todos están mal, excepto él. ¡Bueno! se ha dado el lujo de no concurrir a eventos estatales como si fuera un asunto personal, o al revés, vetar a funcionarios estatales en eventos institucionales.
Su desempeño en las tareas colegiadas del Ayuntamiento, son actos autoritarios basados en una mayoría incapaz de comprender la representación de los intereses del pueblo. Sus agresiones de género al interior del ayuntamiento son memorables, su virulencia declaratoria en contra de las ediles mujeres, no tiene límite, hoy que escribo, la regidora Fátima González Reyna fue el blanco de su misoginia.
El deporte, irónicamente lo ha entregado a exservidores públicos de anteriores administraciones; el estadio Miguel Alemán Valdés, lo han recuperado los panistas con la promesa del regreso de una etapa de oro del futbol, que nunca ha existido, y que cuando fueron gobierno, nunca la forjaron. La disputa con los concesionarios del estadio del futbol por la “millonada” que adeudan al municipio, no se ha pagado, ni se ha aclarado, pero los promotores ya ofertan su uso y se comercia con la franquicia futbolera.
La administración está acéfala, el alcalde no comprende la importancia de un gabinete capaz y con compromiso por Celaya, su plantilla de personal, es refugio de políticos y funcionarios recomendados que llegan desde otros municipios con GPS en mano. Parece que los profesionistas celayenses no existieran.
Sus mañaneras son la exposición de despropósitos, como la idea de exhibir una momia con balazos, o la de prometer obras faraónicas que carecen de sustento técnico y social, u otras como el puente de la comunidad de Galvanes con un costo excesivo 35 millones de pesos. Igualmente, sus promesas de humildad, honestidad o castigos, sus subordinados se las beben frías, o con muchos grados de cinismo. En casi once meses de haber llegado a la presidencia municipal, mínimo se puede señalar un disparate o despropósito por día. En su defensa, argumenta, “a veces digo cosas que no quiero decir”.
Desde el inicio de esta administración la ruta autoritaria, basada en amenazas de despidos, y miedo por su ostentoso despliegue militar y policiaco para su protección, ha sido un camino al precipicio. En su momento consideraron que no traería consecuencias, pero se equivocaron, y ahora no hay asesores ni estatales ni extranjeros que reviertan el enojo, repulsión, y rechazo que han provocado en la población. Por cierto, su inclinación a los asesores españoles raya en malinchismo, o en otro prejuicio social.
Todo lo anterior, pudiera ser una relatoría sin sentido, pero el pueblo, los mismos morenistas están avergonzados por el desempeño del alcalde de Celaya. Todos esperaban un cambio significativo, pero esto que ha ocurrido es injustificable, e inaceptable.
Parecía que era fácil someter con miedo y amenazas a los empleados municipales, o con promesas recicladas a la población, sin saber que vendría la respuesta del pueblo. Ya es un hecho que el 70% no votaría por la reelección del alcalde, y la siguiente etapa, que hoy reclaman desde las redes sociales, y que se empieza a escuchar con insistencia, es la REVOCACION DE MANDATO. El pueblo no perdona las mentiras ni las ofensas, y mucho menos si el ofensor desde su trono de soberbia, espera el aplauso y la zalamería por nada.
REVOLCADERO.
El Polo de Desarrollo de Celaya del Gobierno Federal, ahora es un recurso propagandístico de los empresarios panistas para promocionar sus candidatos a la presidencia municipal. El alcalde morenista les dio alas, olvidando que Celaya no son solo son los empresarios panistas de Ismael Pérez Ordaz, y ahora, es un convidado de piedra.
