Ahora los semáforos en Guanajuato tendrán que poner un color azul. Adiós al verde blanco y rojo. Los municipios del estado comprarán más de 500 millones de pesos en semáforos. Llaman la atención Guanajuato y Silao. Nuestra ciudad, la de las momias de cartón piedra, compró 58 millones de pesos en semáforos a la empresa SEMEX. Algo inusitado para nuestra capital. 

Déjenme hablar de la hermosa ciudad en la que algunos tuvimos el privilegio de vivir. Guanajuato es un paraíso. Muchas de sus virtudes no las encontramos en las grandes urbes del estado. Desde hace cincuenta o sesenta años se puede circular por sus calles sin la interferencia de semáforos. Desde la Presa de la Olla hasta Marfil circulamos sin la intromisión de semáforos. ¿Por qué? Digamos que la ciudad iba siempre en calma. Los comercios abren a las 10 de la mañana, la gente anda por las calles sin preocupación y los cruceros se respetan.

Una de las memorias más hermosas de la infancia que poco han cambiado era subirse a los camiones de la empresa Aguilar. En la parada de la Presa de la Olla, el chofer soltaba el freno para bajar hasta la plaza de El Baratillo. Ningún semáforo interrumpía la suave gravedad, ningún agente de tránsito, ningún obstáculo detenía el tráfico. Ni siquiera el paso por Embajadoras o la calle Belaunzarán. 

Cualquier turista podía ver que en Guanajuato los semáforos no existían. Todo era una cañada de subida y de bajada. Para arriba por la calle subterránea, desde lo alto por la calle de la Presa de la Olla. Pero hoy, por órdenes superiores, el municipio deberá comprar 58 millones de pesos en semáforos a la empresa SEMEX. Además, lo deberá de hacer con urgencia, sin estudios viales y sin planeación. Deberá exprimir otros rubros del presupuesto para complacer directrices superiores. 

Pero no se crea que nuestra capital será la única ciudad enfilada a la compra de semáforos. Silao tendrá que adquirir 100 millones; Dolores Hidalgo 110 millones; Apaseo 35 millones, Valle de Santiago, 57 millones; Irapuato, 165 millones. Las compras consolidadas a la empresa SEMEX serán de más de 500 millones. Sean necesarios o no, los semáforos son una muestra de la creciente corrupción de los gobiernos panistas. Ojo, ningún municipio moreno está en la buchaca de las compras. 

¿Por qué la urgencia de lastimar algunos gastos prioritarios de la capital y los municipios como la seguridad, el turismo y la planeación municipal a cambio de semáforos azules? Sobre todo sin estudios viales, cuando las prioridades son otras. Los enterados nos dicen que son decisiones tomadas en la calle de la Presa de la Olla, donde pudieran existir compromisos previos con la empresa SEMEX. 

Hagamos cuentas: Si Guanajuato capital gasta 58 millones en semáforos, quiere decir que necesitan más de 100 semáforos.

¿Dónde los colocan o dónde los necesitan? Imagine que Silao instala 200 o más semáforos con el presupuesto asignado. Es una broma. La ciudad no tiene, ni por mucho, 200 lugares donde el tráfico requiera esa semaforización. Lo mismo pasa en Irapuato o en Dolores Hidalgo. La sospecha es mayor cuando todo se da en extraña sincronía en municipios gobernados por el PAN. 

Según información del municipio de Guanajuato, se colocarán 8 entronques con semáforos a un costo de 50 millones. Es una burla pensar que un entronque cuesta más de 6 millones, cuando en León costó 500 mil pesos la misma infraestructura, según datos del Ayuntamiento. Al parecer hay un gran atraco azul. 

 

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