Gente querida: desde hace 9 años que agito socialmente a mucha gente para que rescatemos el parque Chapalita; he escrito aquí la crónica de nuestros avances y retrocesos. Hoy ese hermoso parque con el trabajo conjunto de la sociedad y el Gobierno municipal, es un espacio que reconstruye el tejido social y que se goza, pues es un ecosistema rehabilitado y sin delincuencia, lleno de actividad ciudadana. Pero hay todavía dos grandes pendientes: la muerte del lago y la legalización del predio. Aquí incito al trabajo comunitario, pero también a que las autoridades puedan dar más todavía. Me refiero aquí a las causas por las que el lago se secó.
El IMPLAN (Instituto Municipal de Planeación) hizo hace pocos años un estupendo estudio geohidrológico que ayudó a sostener lo que por años expuse en este espacio: el lago Chapalita es un vaso regulador de agua superficial y subterránea que trae agua desde el poniente de la ciudad en los límites con Jalisco y que escurría hacia el Pozo del Fraile y de allí a lo que fue el lago del Parque Hidalgo. Siendo un lago urbano, estaba condenado a morir por el crecimiento urbano, pues su principal testigo, el vaso del “salto” ubicado en Cervantes Saavedra se secaba ya en la última década. Además, cuando SAPAL construye en su área de escurrimiento natural en los años setenta una planta de rebombeo, se aceleraba su muerte. Localmente, el lago Chapalita se nutría de 4 fuentes: el agua subterránea de La Arbide (veneros) proveniente del Salto, el agua superficial de lluvia, el agua de lluvia que las casas vecinas aportan y el hermoso venero oriente de la calle Campeche (área perdida en un largo litigio por el Municipio).
El parque Chapalita tenía desde la década de los noventa, una planta de tratamiento de aguas residuales abandonada y que nunca tuvo uso y fue diseñada para recibir agua residual de la Privada Fátima, pero como si se tratara de un primer karma, un constructor privado con ayuda del BID diseñó un sistema de “lombricomposta” pero no logró acordar con el Municipio el pago y se inició esta triste historia. Hace 6 años, SAPAL, con insistencia ciudadana de eliminar la línea de drenaje que cruzaba desde hace décadas el vaso del lago, construyó una línea de drenaje que trae agua residual desde la Martín de Porres y Lomas de Arbide. Esto fue excelente pues ya teníamos agua para ser tratada. Presenté el proyecto de rehabilitación de la PTAR al Consejo de SAPAL estando Jorge Videgaray como presidente. Mostré (con ayuda de UTL y CIATEC) el estudio de que con unos $800 mil, se podría rehabilitar y con ello, subir el nivel del lago, pero me dijeron después que no podían construir en un predio que no tenía escrituras (partes del parque no se han regularizado desde hace décadas).
Super sensible a la demanda ciudadana, una de las primeras acciones de la recién creada Dirección de Parques, fue contratar a una empresa experta en plantas de tratamiento y el año pasado, instalaron una hermosa PTAR que funciona de maravilla. Y así, la vimos llegar, como en un milagro de la Virgen de la Luz, traída en un tráiler, aportando ya agua tratada de gran calidad para revivir al lago. Pero “la carreta no jaló”. El empresario y el Municipio no se pusieron de acuerdo en el pago y hoy la planta se apagó y será desmontada y con ello, se va la última posibilidad de que podamos sostener la reforestación, pues todavía usamos agua potable. Ingresamos un escrito por parte del grupo ciudadano “tejido social” que nos aglutina a instituciones y comités de colonos. Ingresamos a la Secretaría del Ayuntamiento y de allí nos turnaron por las instituciones involucradas para regresarnos SAPAL por oficios, al inicio nuevamente. No nos rendiremos. Como ciudadanos no podemos realizar obra pública. La planta es la última posibilidad de que las aguas tratadas sostengan al ecosistema, porque de no tenerla, el lago Chapalita morirá inexorablemente. Las cubetas de agua de los ciudadanos nunca podrán suplir la inversión de los impuestos. Buscaremos ahora la última instancia: el amparo al enorme corazón que tiene Ale para dar la instrucción para que se pague al particular el costo de la planta y volvamos a tener agua para reforestar y llenar el lago Chapalita.
