Se dice que el poeta estadounidense James Riley escribió esta famosa frase: “cuando veo un pájaro que anda como pato, nada como un pato y grazna como un pato, lo llamo pato”. La expresión es un recurso mental, basado en el razonamiento deductivo, muy eficaz para la identificación de situaciones que tratan de ser encubiertas a través de argumentos forzados y obtusos, difíciles de comprender y encuadrar.
Quienes hemos conocido de cerca la gestión gubernamental en diversos ámbitos, sabemos como las malas artes de la política intentan una y otra vez engañar a los ciudadanos inventando historias y argumentos retorcidos para darle un apariencia de racionalidad a ciertas decisiones que no resisten un análisis serio y objetivo para probar su viabilidad ante cualquier crítica.
En estos casos son patos que se quieren disfrazar de otro tipo de aves. Pero ya muy pocos se tragan el engaño. Los políticos, que una y otra vez intentan utilizar este recurso, son abiertamente identificables y repudiados por los ciudadanos a los que intentan mentir.
Este es el sonoro caso de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, ex gobernador de Guanajuato, y sus incondicionales Juan Carlos Alcántara y Héctor Salgado, quienes operaron durante su gubernatura diversas acciones claramente sospechosas de corrupción. Enumeramos algunas: el encubrimiento de las tropelías en Guanajuato capital del nefasto alcalde Alejandro Navarro; la curiosa asociación con particulares para autofinanciamiento de automóviles del gobierno, denominada Guanajuato Leasing; la opacidad con que se contrató cantidades millonarias, a la empresa Seguritech, que nunca quisieron transparentar en la parte de costos para el erario; “Omún”, el intrigante desarrollo turístico y vitivinícola apoyado y consentido del gobernador en Dolores Hidalgo, del cual es dueño el propio Seguritech; la “Casa Azul”, un inmueble ubicado en Woodland Texas, que habita la familia Rodríguez, propiedad de un personaje relacionado comercialmente con Seguritech; y la anormal extensión de la concesión del libramiento de Celaya por 9 años más al consorcio méxico hispano VISE-Rubau, basándose solo en la voluntad omnímoda del Gobernador.
Pero lo peor vino al término del sexenio. Se trata de la entrega de un “activo” gubernamental, la carretera de peaje entre Guanajuato y Silao, que producirá 250 millones de pesos anuales a la empresa VISE-Rubau, para que con su explotación, se “ayude” a la construcción de la nueva vía Silao-San Miguel Allende. El hecho levanta suspicacias porque con ello la empresa será muy agraciada, y podrá hacer un gran negocio financiero, al tiempo que el municipio de Guanajuato pierde una fuente para realizar obras en su territorio y se obliga a los guanajuatenses capitalinos a pagar peaje para llegar a su casa durante otros 30 años, no a su gobierno sino a un consorcio internacional.
Así el ex Gobernador podrá solventar su paso de político a empresario exitoso y vivir una vida de lujo gracias al pacto con la empresa que se verá enormemente beneficiada, aparte de todos los casos listados con anterioridad. Pero al encubrir las formas de pato que representa el despojo de un bien público de los guanajuatenses, acercará a VISE-Rubau a mimetizarse con una constructora de triste memoria en México: OHL. Algunos quizás recuerden la estela de irregularidades y sobornos, que esta sociedad española, vinculada a la administración de Enrique Peña Nieto en el Estado de México, dejó durante la corrupta administración de este miembro del grupo Atlacomulco. Véanse en el espejo. Así pudiera acabar el panismo guanajuatense, si la gobernadora Libia García no opta por finiquitar el costoso sainete de concesiones oscuras y regresar a lo básico: un gobierno que contrata obra pública a precios unitarios correctos, para construir carreteras que comuniquen a sus pueblos y ciudades. Solo eso exigimos.
Un respingo más. Para nosotros, los guanajuatenses capitalinos, vemos dos opciones: o cancelan el cobro de peajes y trabajamos en la adecuación de un bulevar entre Silao y Guanajuato, en lo que es ahora la autopista de cuota; o bien se conserva el peaje de la carretera y se destina una importante cantidad anual para proyectos estratégicos de la capital del estado, ciudad patrimonio de la humanidad. Por ejemplo, la compra de terrenos para conformar un área Natural Protegida en la zona montañosa de La Bufa, Los Picachos y El Hormiguero, así como para consolidar el área forestal de Santa Rosa.
Si no se actúa en este sentido, se les comunica que el pato ha sido descubierto. Conocemos su forma, su graznido y su caminar. De continuar como van, gobierno y empresa habrán traspasado la delgada línea de la corrupción y los ciudadanos asumiremos electoralmente el hecho, actuando en consecuencia. Demasiada corrupción y mala fama para los empresarios involucrados. Sépanlo, la ciudadanía ya está harta de engaños.
