La escasez genera valor.
Y acaparar algo escaso genera poder.
Tal como sucede en la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Y no creas que el Tío Sam es quien posee esas cartas pesadas.
Para nada.
Te platico de los metales de tierras raras.
Unos metales bien pesados en esta negociación global.
Veamos.
“Seguro nunca has oído hablar del disprosio ni del neodimio, pero los vehículos Tesla, los aviones de combate F-35 y tu iPhone dependen en gran medida de ellos. Son dos de los 17 metales conocidos como tierras raras. Un nombre inapropiado, ya que en realidad no son nada raros. Sin embargo, lo que sí es raro es la capacidad de procesarlos. Y eso supone un gran problema”, señala un reportaje del sitio Quartz.
Quartz explica que el problemita (ironía) es que China controla casi toda la refinación y procesamiento mundial de estos metales raros, mientras que Estados Unidos (EU) se esfuerza por alcanzarla.
Se usan en todos lados y son vitales en productos industriales y, perdón por la redundancia, vitales para la seguridad nacional.
“Los usos más importantes y de mayor crecimiento son en imanes muy potentes (15 veces más que uno tradicional). Un asiento de coche puede tener 12 motores independientes para realizar ajustes en los muslos, en la zona lumbar o para inclinar el respaldo. Cada pequeño motor eléctrico tiene un imán de tierras raras”, comenta Keith Bradsher en un podcast reciente de The Daily.
El periodista del New York Times explica la importancia bélica de estos poderosísimos imanes de metales raros.
“Hay 22 kilos de imanes de samario en un F-35. Se encuentran en misiles, drones y bombas inteligentes”, añade.
Estos 17 metales raros se dividen en ligeros y pesados. Los ligeros son más comunes y con ellos se producen imanes de motores y otras aplicaciones comerciales. Los pesados son mucho menos comunes y mucho más difíciles de procesar. Son esenciales para usos especializados, como imanes de alto rendimiento, armamento militar y tecnologías avanzadas de energía limpia.
Aquí viene el problema para EU y el planeta.
“China no sólo extrae tierras raras, sino que refina casi el 100% de la producción mundial de las tierras raras pesadas y alrededor del 90% de los metales raros ligeros”, amplía Quartz.
¿Cómo llegó EU a esta situación? ¿Acaso no se dio cuenta de la desventaja estratégica en la que lo situaba?
Aunque no lo creas, no.
Te platico que increíblemente, EU y Japón inventaron estos imanes.
Bradsher explica que surgieron de la investigación de General Motors en los 80s. Hombre, para los 90s EU fabricaba estos imanes en Indiana y extraía la mayor parte de los metales de tierras raras del mundo.
Y luego todo cambió: la mina quebró por un accidente ecológico. y China poco a poco tomó el control de su extracción y procesamiento.
“Incrementó su producción en los 80s y 90s a precios muy bajos y sin apenas cumplir con normas ambientales”, explica Bradsher.
Todos celebraron. era la integración China al mundo: un proveedor confiable y a precios bajos.
Hoy aquella celebración se convirtió en lamentación.
Hoy hasta países como Australia que extraen metales raros tienen que mandarlos a procesar a China.
Hoy el gigante rojo posee esta pesada carta de negociación en su guerra comercial con Estados Unidos.
En buena medida, por los metales raros es que Trump tuvo que acordar con su rival asiático. Aunque no le guste a Donaldo, los tienen hincados.
¿Qué puede hacer EU?
En el corto plazo muy poco, lograr el mejor acuerdo posible. Y OJO, para esto Trump también tiene una posición negociadora fuerte.
Pero en el mediano y largo plazo, nuestro vecino debe apostarle a una política industrial que rescate su habilidad de extraer y procesar estos metales de tierras raras.
Exactamente como por cierto lo hizo Japón, que se dio cuenta del error estratégico que cometía al dejarle a China la mesa servida y hace décadas desarrolló su capacidad para extraer y procesar estos metales.
Ni hablar.
En la geopolítica, cuando un país no hace la chamba, otro se la cobra.
Eso no es raro. pero sí es muy pesado.
Posdata. Basta ver lo de Vector, Intercam y CiBanco para comprobar que Trump va en serio contra las drogas y sus ligas. Más vale tener bien afinados controles financieros. Ah, y políticos, empresarios o ciudadanos relacionados… ¡a temblar! La neta, que bueno. A México le urge ayuda en el tema.
En pocas palabras…
“Es imposible vivir sin los metales de tierras raras”.
Keith Bradsher, periodista del New York Times.
Twitter: @jorgemelendez
