Se acaba de publicar el libro “Women in the History of Quantum Physics” (tr. La mujer en la historia de la mecánica cuántica), editado por Patricia Charbonneau et al., por Cambridge University Press (2025), en donde cada capítulo está dedicado a estudiar un aspecto especializado de la teoría cuántica o la contribución de alguna científica relevante en esta disciplina.
El libro es una importante contribución a la historia de la ciencia pues muestra la distinguida trayectoria de varias mujeres en esta rama. Las historias convencionales de la física cuántica asumen que los logros y contribuciones principales fueron realizados por hombres, los héroes principales son Max Planck, Erwin Schrodinger, Werner Heisenberg y Paul Dirac, como podemos ver en la narrativa convencional no aparecen mujeres.
Este libro pretende dar información relevante para complementar la narrativa anterior. Por ejemplo, apenas en la primera década de los años veinte del siglo pasado dos jóvenes científicas Jane, Dewery y Laura Chalk realizaron algunas de las primeras verificaciones experimentales de la teoría cuántica estudiando un fenómeno llamado efecto Stark, sin embargo, Werner Heisenberg no le dio ninguna importancia a estas mediciones sino a las realizadas por el físico canadiense John Stuart Foster, ignorando las contribuciones de estas dos científicas, esto a pesar de que Chalk era alumna doctoral de Foster.
La historia de Dewey y Chalk muestra una situación común en la ciencia en donde los supervisores reciben el crédito del trabajo de sus estudiantes, muy en particular si se trata de estudiantes mujeres. Este comportamiento discriminatorio hacia la mujer no fue nuevo en el siglo pasado.
Después de graduarse Dewey tuvo serios problemas para seguir una vida profesional pues las más reconocidas instituciones le cerraron las puertas, finalmente fue aceptada en Bryn Mawr College en Pennsylvania, sin embargo, al poco tiempo fue sustituida por un profesor de ciencia varón. La suerte de Chalk inicialmente no fue mejor pues debido al rumor de que estaba embarazada no pudo conseguir ningún puesto.
Finalmente fue admitida en la Universidad de McGill en Montreal, Canadá, en donde su esposo trabajaba como físico, sin embargo, debido a esta misma circunstancia pronto fue despedida.
El libro analiza el caso de más de una docena de mujeres dentro del mundo de la física cuántica. Como el caso de María Curie (que no se aborda en el libro) es notable la persistencia y dedicación de cada mujer en la ciencia.
Sin duda este genuino feminismo es admirable y rebasa en importancia al de muchas feministas contemporáneas que, aparentemente incapaces de realizar una aportación intelectual importante a la historia de la mujer y del conocimiento humano, se dedican a grafitear edificios y monumentos históricos y a destruir todo lo que encuentran a su paso.
