Estamos a unos días de la elección de jueces. Distraídos con las golizas que le ponen al equipo León, o con el “humo blanco” de la elección Papal o con la cotidianidad de la vida en cual debemos “sacar para la chuleta”, a lo mejor, ni nos acordamos que el primero de junio será en el País la elección del Poder Judicial. Es la primera vez que se realiza en México un ejercicio de esta naturaleza, y que generó un debate entre la ciudadanía más enterada e interesada por el acontecer nacional. Total, que la aplastante mayoría del régimen, aprobó la Reforma Constitucional para que los Jueces fueran electos y no como ahora, nombrados por el Poder Ejecutivo.

La cuestión es que “haiga sido como haiga sido”, tenemos ya enfrente este ejercicio que tiene el sustento en una clase política, los Jueces, que se despachaban con la cuchara grande en sueldos, prestaciones, contrato de familiares y fideicomisos, para eternizar su vida privilegiada. Y todo esto, llevó a que hubiera una opinión pública que, si bien dudaba en que lo mejor era elegirlos, pero sí tenía claro que debía cambiarlos. Pero elegir Jueces es algo muy distinto a elegir a diputados o senadores o alcaldes; aquí hablamos de ciudadanos casi desconocidos y con el enorme riesgo de que se infiltren candidatos ligados al crimen y con intereses de grupo (y de partido), pues es lógico pensar que el partido hegemónico en el País tiene intereses en controlar al Poder Judicial.  

Como en México lamentablemente el votar no es obligatorio, tenemos porcentajes bajísimos de votación, incluso en la Presidencial. De acuerdo a encuestas nacionales, hemos sabido que la mayoría de los ciudadanos en el País aún no ha decidido su voto para las próximas elecciones judiciales. De acuerdo con una encuesta nacional de “El Financiero”, realizada en abril, apenas el 4 % dijo que ya decidió su voto (no es fácil la mega boleta para elegir a tantos); 17% dice que ya tomó una decisión, pero aún podría cambiarla; 53% no ha decidido y 25% indicó que no le interesa votar en estas elecciones judiciales. Lo que concluye el estudio, es que “comparado con los resultados de la misma pregunta durante las pasadas elecciones presidenciales, en abril de 2024, 59% de las personas ya había decidido su voto definitivamente y sólo 15% no lo había hecho” y aquí es muy distinta la realidad.

Esto es, que a pesar del enorme esfuerzo del INE Instituto Nacional Electoral y del gobierno federal, principal interesado en esta elección, hay poca claridad en el electorado rumbo a los comicios judiciales, donde no participan los partidos políticos ni siquiera como observadores electorales. La encuesta de “El Financiero” midió que el 41 % indicó estar “muy” o “algo” interesado, mientras que una mayoría del 58 % se dijo poco o nada interesada. Lo que sí, es que el porcentaje que sabe la fecha de las elecciones casi se triplicó entre marzo y abril, al pasar de 12 % a 34 %.

Quizá ustedes recuerden la “revocación de mandato” del 2022 que promovió el ex Presidente AMLO y que no levantó interés en la ciudadanía ni en el País ni en el estado de Guanajuato, pues hubo una participación del 17.77 %. Pero en Guanajuato no hubo respuesta, pues la participación apenas fue del 5%. Como es la primera vez que se realiza, es difícil pronosticar o apostar el porcentaje que saldrá a votar el 1º de junio, donde el INE ha desplegado una cantidad importante de casillas y donde ya se realizaron simulacros ciudadanos para la formación de la mesa de votación.

Gracias a que los aspirantes a Ministros y Jueces debieron salir a las calles a promover sus candidaturas, es que pude asistir en León a una reunión privada con amigos, con Sara Irene Herrerías Guerra, amiga entrañable de la juventud y quien aspira a ser Ministra de la Suprema Corte de Justicia y de quien doy testimonio de una vida intachable como abogada en defensa de las mejores causas de las mayorías. Ella es la “candidata 16” en la boleta de votación. Irene es actualmente la Fiscal Especializada en Materia de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la República; Sub-Procuradora de Derechos humanos, Titular de la Unidad para la Defensa de los Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, entre tantas responsabilidades que ha tenido. Podemos estar o no de acuerdo con el cambio en la Constitución que nos lleva ahora a que elijamos jueces, pero ahora, “es lo que hay”, y hay que votar por quienes saben defender las mejores causas y son intachables.

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