Ahora es muy fácil encontrar las razones o números de los negocios con la inteligencia artificial. De una cuenta de la arrendadora creada en el sexenio anterior para vender autos al gobierno, pedimos a Chat GPT la tasa de retorno de una inversión (TIR). 

Tan sencillo como escribir. “Dame la TIR anual de una inversión de 800 mil pesos que recupera 30 mil pesos mensuales durante 36 meses y un pago de 200 mil al final del periodo”. En dos segundos la máquina responde: 2.4% mensual. Lo compruebo con la fórmula financiera en Excel. 

La arrendadora hecha a medida para los empresarios amigos del ex gobernador y el ISSEG le cargaba por lo menos dos veces el valor del dinero al presupuesto de las dependencias. Quienes estaban a cargo sólo tenían que obedecer y callar. A algunos de ellos les valió un comino, los líderes del PAN en el Congreso ni se molestaron en preguntar porque era un negocio propuesto por Diego Sinhue Rodríguez y tan tan. 

La verdad es que la idea -para el ISSEG- no es mala si se hace con el fin de competir en el mercado como sucede con las farmacias que tanto éxito tienen. Muchos de los fondos de pensiones en el mundo invierten en fondos privados o crean sus propias empresas. Eso les ayuda a obtener un rendimiento superior al de los bonos gubernamentales, que son los más seguros. Lo torcido en el caso de “Gto Leasing” es que el ISSEG no necesita socios para prestar dinero al Gobierno del estado. 

Tomemos otro caso oscuro de negocios que hizo Diego Sinhue con particulares. Cuando se planteó la oportunidad de construir la carretera entre Guanajuato y San Miguel de Allende, al entonces gobernador se le ocurrió decir que el “aforo” no daba para que un particular la construyera en concesión. Después de sesudas cuentas, licitaron la obra y la ganó el consorcio de la empresa española Rubao y la mexicana VISE llamada “Operadora Valle de la Independencia”. En el invento venía la entrega de la carretera Silao a Guanajuato como parte del pago de la concesión de la nueva carretera Guanajuato a San Miguel de Allende. 

Un negocio muy extraño: pagar con una carretera que le reportaba más de 200 millones de rentas anuales al estado y subir de precio el peaje inmediatamente después de entregada. Cada vez que pasamos por la caseta de cuota hay una sensación bastante extraña. Mucho más cuando se entregó el negocio el 24 de septiembre del año pasado, justo un día antes de que Diego Sinhue dejara el cargo. 

También dijeron que parte de la entrega era porque ese tramo necesitaba “mantenimiento”. Dijeron que la arreglarían en abril y no vemos máquinas trabajando. Tampoco tenemos noticia de que hayan comenzado a construir la nueva carretera. Fue un “negocio” express.

Rafael Corrales Ayala construyó ese acceso rápido a Guanajuato Capital hace más de 35 años. Fue un acierto. Le dio gran rendimiento al gobierno y comodidad y seguridad al usuario. ¿Por qué no haberla vendido al ISSEG si se requerían recursos? ¿Por qué hacerlo a la carrera en una licitación con un solo consorcio? 

Vendría bien a nuestra gobernadora meditar si es correcto dar más contratos a la arrendadora que inventó su antecesor. Lo de la concesión de la carretera Guanajuato- San Miguel con pago en especie y por adelantado (vale más de 2 mil millones de pesos) también es tema de reflexión. 

 

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