¿Por qué tenemos un invierno poco frío? Nuestro querido México es una de las regiones del planeta más propensas a sufrir variabilidad de la lluvia e incremento de las temperaturas por el cambio climático.
Éste, es el fenómeno de patrones nuevos en comparación con los que conocieron nuestros abuelos. Este invierno, por ejemplo, no ha sido tan crudo como otros. Las lluvias, después de dos años de sequías, tuvieron un volumen apenas por promedio histórico. Entonces, hoy no es tan fácil predecir o estimar el clima. Y esto, tiene un efecto en nuestra vida.
El calentamiento global tiene un efecto en los sistemas agrícolas. Actualmente, el ser humano se apropia de una tercera parte de los recursos naturales del planeta y para producir los altos volúmenes de alimento por unidad de superficie dependemos del petróleo, un recurso natural no renovable.
Los datos son críticos. De 1960 al 2000 la población mundial se duplicó y la demanda de alimentos se triplicó. De 1980 al 2000 la población creció de 4.4 mil millones a 6.1 mil millones, pero los alimentos solo se duplicaron. Para el 2050 se esperan que casi diez mil millones de seres humanos habiten la tierra, sin saber, sí o no, seremos capaces de alimentar a toda esa población, pues la agricultura moderna ha logrado alimentar a la población, pero ha degradado la biósfera entera (litósfera, hidrósfera y atmósfera). México ya es el noveno mayor emisor de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el mundo y el Bajío como región, es la cuarta mayor del País.
Requerimos nuevas tecnologías para producir sobre bases más sustentables; la biotecnología es considerada como la ciencia que permitirá lograrlo. Nuestra actividad pecuaria causa más impacto que la actividad agrícola, pues la ganadería es la actividad que más contribuye al calentamiento global por la emisión de gases efecto invernadero del ganado.
El mar no proveerá de alimento a las generaciones futuras, pues cada vez está más contaminado. Para cubrir la demanda de alimento se requiere una producción de alimentos sustentable, pues con el calentamiento global, el clima se vuelve menos predecible, afectando las actividades agrícolas.
La contaminación causa el cambio climático y con ello, la alteración de los ciclos hidrológicos, traducido en sequías e inundaciones más intensas, lo que afecta al sector agroalimentario y turístico.
Hay, pues, desafíos para los agricultores de Guanajuato que se enfrentan a cambios en los patrones climáticos y a altos costos de producción. Algunas de las causas del cambio climático son: la generación de energía, la fabricación de productos, la tala de bosques, el uso del transporte, la producción de alimentos y el uso de energía en los edificios. La temperatura máxima promedio anual en Guanajuato en los últimos 40 años aumentó en dos grados.
Consultando los registros del Servicio Meteorológico Nacional, disponibles desde 1985, se puede comprobar que la temperatura máxima anual promedio pasó de 25.6 grados a un promedio de 27.8. con una diferencia de 2.2 grados. Analizando la serie de tiempo, si tomamos la del mes de mayo, subió de 32.3 a 35.4 grados y por tanto, la humedad relativa disminuyó en rangos de 3% al 5%. Si tomamos en cuenta solamente abril, la temperatura máxima promedio en el estado que se registró hace 37 años fue de 27.3 mientras que en el mismo mes. pero de 2024, fue de 31.3 grados, con un incremento es de 4 grados, llegando incluso a más de 35 grados.
La temperatura también aumentó en los meses considerados más fríos en Guanajuato como los de la Feria de enero, ya que, en los últimos cinco años, la temperatura máxima promedio fue de 25.8 grados, en 1985 fue de 22.1.
La proyección climática es clara: el calentamiento global se intensificará en Guanajuato: durante el periodo comprendido entre los años 2020 y 2045 alcanzaría 2.2 grados centígrados y en 2060 entre 2.5 y 3.5 grados. Este aumento de la temperatura incrementará la frecuencia, área e intensidad de las sequías, así como de los eventos de lluvia, inundación y, por supuesto, las “ondas de calor”.
Tendremos afectaciones y desastres que impactan a las actividades agroalimentarias, de infraestructura y, más incendios forestales. Tendremos que reforestar e incrementar la vegetación, pues la pérdida de ecosistemas, el crecimiento de asentamientos, el efecto “isla de calor” en las ciudades por falta de vegetación y la sobreexplotación de los acuíferos. nos pone en una situación vulnerable para las siguientes generaciones.
