Agradecer el trabajo que realizan las organizaciones de la sociedad civil es reconocer no solo su labor, sino además, las vidas que logran cambiar, las vocaciones que acompañan, los talentos que se desarrollan y las familias que salen adelante con esfuerzo y orgullo de haber aprendido, trabajado o recibido capacitación en algún oficio y con eso lograr conseguir un empleo, o bien saber que sus hijas e hijos reciben clase de música para aprender a tocar algún instrumento o a cantar, y formar parte de una orquesta.
Se ocupan más vocaciones ciudadanas, más guanajuatenses con el compromiso de quienes por años han dedicado tiempo, esfuerzo y parte de su vida para ayudar al prójimo.
“Más sociedad como sea posible y sólo tanto gobierno como sea necesario.”
Esa frase que muchos panistas hemos repetido una y otra vez durante años.
Esa frase que abraza los principios de solidaridad, subsidiaridad, bien común, participación y respeto a la dignidad de la persona.
Esa frase que hace vivos los principios de la doctrina social de la iglesia, pero también de los 4 pilares de los principios del Partido Acción Nacional que debieran estar, no solo en el curso de inducción para ingresar al partido, o en las memorias de Gómez Morin o de Don Efraín González Luna, sino que estén reflejados en los gobiernos emanados del PAN.
Desde mi particular punto de vista, el Fidesseg representa el anhelo de esa aspiración de lograr que más sociedad se involucre, abrace una causa y participe en las acciones sociales que permitan lograr un estado más fuerte, un Estado con Paz.
Para mí, como ciudadana y militante del PAN ha sido verdaderamente penoso y triste que las organizaciones de la sociedad civil tengan que recurrir a los amparos para defender y garantizar los recursos para que los guanajuatenses puedan ejercer su labor de auténtica CIUDADANÍA, la que se preocupa y se ocupa de la ciudad.
Permítanme compartirles un poco de lo que he visto en cuando menos los últimos 15 años.
Desde el Centro de Capacitación y Gestión de Proyectos AC. Tuve la oportunidad de conocer y ofrecer capacitación a cientos de personas que tenían ganas de impulsar un proyecto y que habiendo programas federales y estatales lo único que ocupaban era la información y un pequeño empujón para saber cómo ingresar sus proyectos.
Siendo titular de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano pude presenciar la generosidad y disposición de liderazgo de grupos sociales y empresariales para rescatar el parque de San Miguel de Allende bajo la figura de “Los Amigos del Parque”.
Tuve la oportunidad de conocer el proyecto para la construcción del auditorio y salones de Imagina Biblioteca infantil y el gran trabajo que realizan en la zona de Los Castillos en León.
Acompañarlos durante casi 5 años y ver reflejado el gran proyecto que no era solo de construcción sino de cohesión y participación de familias completas de Los Castillos, fue una experiencia extraordinaria.
Conozco el trabajo de Trinitate a través de la academia Renacimiento.
Ser benefactora por casi 10 años de Fundación León. Ver su labor reflejada en la actitud y orgullo con la que una madre de familia me platicaba sobre su hijo y sus aspiraciones para ser ingeniero, su amor por la música, su talento para tocar el violín, mismo que descubrió y desarrolló en esta fundación, es otro gran suceso que me compartió una mamá en una amena mientras hacía un recorrido por el tianguis de Las Hilamas.
Visitar y platicar con las mujeres y hombres beneficiarios de CIPEC quienes estaban siendo capacitados en habilidades para su desarrollo laboral. Ver a los niños de Villas de San Juan que felices llegaban a las instalaciones del centro para aprender de robótica, de música y de química.
Ver el compromiso de más liderazgos sociales en Irapuato y Celaya adoptando comunidades para ser intervenidas y reconstruir la cohesión social.
Ese es el rostro del Fidesseg, hombres y mujeres, niños y adolescentes que gracias al trabajo constante, permanente y con un alto sentido social son los beneficiarios de las fundaciones que nacieron hace años y que pudieron potenciar su labor con los recursos del Fidesseg.
Hoy quiero agradecer y reconocer a los organismos que están dando la batalla para garantizar que los recursos se respeten y no distorsionar el objetivo con el que surgió hace 5 años el Fidesseg (Fideicomiso de Administración e Inversión para financiar obras, infraestructura, proyectos y acciones prioritarias en materia de Desarrollo Social y Seguridad Pública para el Estado de Guanajuato)
Mi gratitud para los miles de benefactores, para los directivos de cada organización y cada fundación, para las maestras y maestros que acompañan y siembran vocaciones, para las mamás y papás que confían e impulsan a sus hijos.
Johan Galtung dice que para construir la Paz es indispensable las 3 R’s: reconciliación, resolución y reconstrucción, para lograrlo un elemento esencial es el diálogo.
Mi deseo para este fin de año y el 2025 que estamos por iniciar, es que se retome la comunicación e interlocución para construir las condiciones que permitan que el Fidesseg siga cumpliendo su objetivo.
