En el Frente Amplio por México en medio de tensiones, desacuerdos y crisis de liderazgos, el PAN se adelantó para designar candidato a la jefatura de la CDMX. Esta acción ha enfurecido a los dirigentes del PRI y del PRD, quienes rechazan apoyar al del PAN y están decididos a irse por la libre, con su propio candidato, a menos que haya una recompensa significativa en juego.

El acuerdo inicial estipulaba que el PAN elegiría al candidato presidencial y al de la Ciudad de México, mientras que el PRI designaría a los abanderados para Coahuila y el Estado de México. Sin embargo, Alito dista mucho de ser un hombre que honre sus compromisos. La estrategia del PRI-PRD es llevar el proceso de selección hasta principios del próximo año, lo que le daría  dos meses de ventaja a la morenista Clara Brugada.

Por su parte Xóchitl Gálvez, candidata presidencial del Frente Amplio por México, frente al simbólico Monumento a la Revolución pronunció un discurso, aquel inolvidable de Luis Donaldo Colosio de “Veo un México” … Pero tuvo que cancelar la evocación priista para reducirse a su niñez, debido a una falla en el teleprompter. Con presencia de militancia partidista, hubo muy poca marea rosa. Notablemente, tanto Markito, como Alito y Jesús Zambrano del PRD, evitaron las cámaras, por lo que no se subieron al templete para no contaminar la imagen que se desea proyectar de candidata ciudadana.

En este complicado entramado de partidos e intereses, donde cada uno busca sus propios beneficios, Xóchitl se encuentra ante un dilema crucial: “Ser o no ser”, esa es la cuestión. Esto implica la estrategia propuesta por Claudio X, que sugiere que Xóchitl debe distanciarse de los partidos PRI, PRD y PAN para contrarrestar sus aspectos negativos y parecer candidata ciudadana. Sin embargo, resulta muy difícil, casi imposible, que la candidata del FAM pueda adoptar el papel de histrión en cada acto de campaña, ofreciendo discursos que se alineen simultáneamente con la izquierda, la derecha y el liberalismo social: Sería un galimatías político.

Por lo pronto, la ultraderecha, representada por “Viva México” de Eduardo Verástegui, Lilly Téllez y FRENA de Gilberto Lozano, y algunos miembros del Episcopado mexicano, la acusan de ser una trotskista, proaborto, que intenta rebasar por la derecha.

Recientemente, en el marco de su registro en el PRD, la candidata del FAM declaró vehemente: “Yo estoy aquí para rescatar a la verdadera izquierda, juntos lo haremos”. Sus tonantes declaraciones preocuparon a empresarios y al Episcopado. Pero ¿qué significa esta declaración? ¿Solo palabrería, o declaración de principios? ¿Al PAN y PRI también los rescatará? ¿Quiere rebasar por la derecha, o por la izquierda? Será difícil quedar bien con todos, porque al fin no se identificará con ninguno…  

Xóchitl es, hasta el momento, el mejor activo que el Frente Amplio por México ha encontrado para liderar. Probablemente, debido a su inexperiencia política es aún desparpajada, lanzada e irreverente, con una historia de vida singular. Pero su estilo ha atraído a electores informados, clase media, ya que se identifican con ella como un modelo empresarial a seguir. 

Por si todo lo anterior fuera poco, el reciente desliz que sufrió Xóchitl al declarar que “Alito era un mal priista y que nunca trabajaría con él”, reveló de manera honesta su desagrado hacia los líderes de partidos que la acompañan. Esto no solo generó incomodidades y debates, sino también proyectó la complejidad de una relación ambigua y mostrenca con los partidos. Aunque Alito desestimó el desliz, esto enfriará más aún la relación con el mazacote partidista y generará desconfianza y distanciamientos en acuerdos futuros.

No obstante, el desafío para Xóchitl es llegar a otros segmentos de la población. A pesar de que Claudio X le vendió la idea de una sociedad mayoritaria ávida de liderazgo, no ha logrado convencer a esta población, no ha calado hondo en el México profundo. Visitando empresarios y gobernadores del PAN no rebasará al oficialismo, ni por la derecha ni por la izquierda. 

Además, Xóchitl, como líder del FAM, no ha logrado definir su discurso de cambio político, ya que ha pasado más tiempo destacando que conservará e incrementará todos los programas sociales de AMLO y otros. Su discurso es ambiguo y no ha logrado definirse claramente, lo que le dificulta trazar una estrategia bien definida para un votante bien determinado; porque más allá de sus chistes, bromas y groserías hay un México por conquistar, pero con propuestas que generen esperanza.

En resumen, Dante Delgado mencionó que Xóchitl Gálvez habría sido una buena candidata ciudadana, ajena a los partidos y sin la carga negativa que estos representan. La paradoja que enfrentan Xóchitl y Claudio X es la necesidad de aparentar ser una candidata ciudadana; y el mayor dilema que tienen por resolver, es la paradoja de ‘Ser o no ser, esa es la cuestión’. ¿Encabezar a los partidos, o apartase de ellos? Se odian, pero se necesitan. El histrión político usa tantas máscaras, que al final, él mismo no se reconoce.

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