Por primera vez, el domingo 21 de mayo de 1978, los leoneses tuvieron en sus manos un ejemplar de su periódico AM. Así, iniciaba una larga travesía que tenía como destino el infinito. En alguna ocasión, alguien preguntaba ¿Qué es la vida? Al tiempo andando obtuvo una respuesta: “La vida es lo que pasa”. Don Ernesto Gómez Hernández hizo posible que muchas cosas buenas pasaran…
Neto, como le decían sus amigos, siempre estaba pensando en construir algo, su capacidad creativa no conocía límites, su imaginación podía expandirse hasta el infinito. Las circunstancias adversas nunca representaron un problema para él, porque las convertía en oportunidades. Pero Neto tenía inquietudes sociales y le preocupaba ¿cómo podría el ciudadano común tener voz para denunciar los abusos desde el poder? 
Así las cosas, la creatividad de don Ernesto, el talento de don Vicente Lascurain y la colaboración de Miguel Barragán, consideraron que un periódico sería el medio ideal para dar voz a los ciudadanos. De esta manera nació AM, que luego se transformaría en una causa llamada “libertad”, a la que se han sumado miles de ciudadanos libres que denuncian y opinan. 
Siempre fue una condición sine qua non que AM fuera el espejo de los ciudadanos, donde estos vieran reflejados sus valores. Don Ernesto era un hombre de principios y convicciones, adelantado a su tiempo. Lo recuerdo utilizando una metáfora: “El periódico no es mío, sino de los lectores…”. 
“Cuarenta y cinco años de libertad,” sería el lema del periódico AM, que bajo el liderazgo del ingeniero Enrique Gómez Orozco y todos sus valientes colaboradores, como Arcelia Becerra, un pilar fundamental de la institución, han lograron con éxito la difícil tarea de darle voz al ciudadano, mediante el noble ejercicio de informar. Porque sin la posibilidad de opinar libremente, de denunciar injusticias y clamar cambios, el hombre está condenado a la opresión.
Sin embargo, hacer periodismo no es tarea fácil, sobre todo cuando se padecen gobiernos autoritarios e infectos como el que sufrió Guanajuato en el sexenio de Juan Manuel Oliva. Cuando las denuncias de opacidad y oscuras compras millonarias de terrenos, que nunca generaron algún beneficio para los guanajuatenses, empezaron a salir a la luz pública, provocaron la ira del gobernador; entonces, las amenazas contra el AM no se hicieron esperar, así como los manidos y vulgares ataques del secretario de gobierno, de infausta memoria. Aunque, estos pronto tuvieron su némesis: se difuminaron en la nada… 
La historia es larga de contar, pero al final, los personeros del gobernador se acercaron para plantear que: “Si el periódico cambiaba su política editorial”, es decir, si dejaba de señalar la pifias y desaseos del gobernador, “permitirían a don Ernesto continuar trabajando en nuevos proyectos en Guanajuato”. ¡Sí, querían un quid pro quo por la línea editorial del periódico..!
Enrique Gómez decidió defender una causa y un derecho inalienable: “Vivir en libertad”. Una sociedad moderna, educada y libre no es concebible sin el desarrollo de mecanismos de pesos y contrapesos. Entre estos, se cuentan principalmente la existencia de organizaciones y agrupaciones sociales y desde luego la prensa libre, para enfrentar la permanente propensión de algunos gobiernos e individuos de callar a otros e imponer su ideología personal. 
Así pues, la prensa libre constituye uno de los fundamentos esenciales de una sociedad democrática y una condición primordial para el progreso de los mexicanos. “La prensa no puede ser restringida jamás, a no ser por gobiernos despóticos y autoritarios”: Thomas Jefferson.
Esta celebración de los 45 años de AM, me brinda la oportunidad de hacer un reconocimiento, en obsequio a la verdad, a todos los héroes anónimos que hacen posible la labor periodística. Los avatares y contratiempos han sido un bálsamo que ha tratado la noble madera de la que están hechos los que sin importar fenómenos climatológicos, contratiempos, horarios de trabajo y, en ocasiones, hasta el sacrificio familiar, cumplen con su tarea de informar. 
El periódico celebra su aniversario con una excelente noticia: la incorporación, al frente de la institución, del arquitecto Enrique Gómez Zermeño. Un joven talentoso, sensible y bien preparado, que ahora toma con entusiasmo la estafeta de su padre, el ingeniero Enrique Gómez Orozco. La vara está muy alta, pero más pronto que tarde, el nuevo timonel imprimirá su impronta, de la misma manera exitosa como lo hizo su padre para continuar con lo que un día don Ernesto había iniciado. 
Hago votos para que estos 45 años de AM sean convertibles a perpetuidad y que Enrique Gómez Zermeño no se detenga de seguir innovando, porque nos enfrentamos al hecho de que el mañana ya es hoy. ¡Enfrentamos la urgencia del ahora! 
La libertad es, en la filosofía, la razón; en el arte, la inspiración; en la política, el derecho; y en el cuerpo social, el vehículo para realizar su destino. Felicidades, AM ¡por tus 45 años de libertad!
P.D. “De mecha corta y lengua larga”, el presidente del PAN, López Mares, quiere callar a valiosos cuadros de su partido porque piden democracia.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *