“NO PASÓ NADA”, dijo Andrés Manuel López Obrador sobre el narcorretén en la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo en el que fue detenido un grupo de periodistas que cubrían su gira por Sinaloa… y tal parece que tiene razón.
POR ESA zona del país, no pasó ni el Ejército, ni la Marina, ni la Guardia Nacional, mucho menos la policía estatal o las policías municipales.
TAMPOCO pasaron ni el marco legal ni el Estado de derecho, pues se trata de una región que claramente es controlada por el crimen organizado y no por el Estado mexicano.
TAMPOCO ha pasado por ahí el gobierno estatal encabezado por el morenista Rubén Rocha Moya, quien tomó posesión en noviembre y seis meses después no ha visto o no quiere ver que en amplias zonas de su estado la ley es sólo un concepto.
PERO QUIZÁS lo más grave es que el “Triángulo Dorado”, ese al que el Presidente quiere que se le cambie el nombre a el “Triángulo de la Gente Buena y Trabajadora”, es solo un ejemplo de muchos territorios del país en los que no pasa nada… hasta que pasan cosas terribles.
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MAL PINTAN las cosas para el presidente del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, y no sólo por el escándalo que causaron sus recientes audios o por el hecho de que está siendo investigado por el INE y por la FGR.
PARA COLMO del campechano, las encuestas que prevén los resultados de las elecciones del 5 de junio, en las que están en juego seis gubernaturas, solamente favorecen a su candidato en Durango.
Y ANTE la muy real perspectiva de perder Hidalgo, uno de los últimos bastiones en donde los tricolores han logrado evitar la alternancia desde hace casi 100 años, está cantado que los días de Moreno al frente del PRI están contados.
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COMPLEJO pinta el panorama de movilidad en la CDMX ante la doble rebelión de transportistas que manejan taxis, camiones y microbuses, la cual comenzó la semana pasada y que pinta para complicarse a partir del jueves.
ESE DÍA, la organización Fuerza Amplia de Transportistas amenaza con paralizar la circulación, pues acusan que el gobierno de Claudia Sheinbaum incumplió su promesa de subir la tarifa mínima para los ruteros de 5 a 8 pesos.
PARA COMPLICAR las cosas, cuentan que el Movimiento Nacional Taxista, que ya armó un fuerte relajo el martes en la sede de la Semovi y en los accesos al AICM, prepara otra movilización de ruleteros en contra de los taxis de aplicación.
MUY COMPLICADA misión tiene el secretario de Gobierno Martí Batres, quien tiene la encomienda de desactivar esa bomba que ya está haciendo tic-tic-tic…