Las bebidas alcohólicas y las drogas reducen la habilidad de conducir vehículos. El informe proporcionado por la Secretaría de Seguridad Pública de León es de 309 accidentes viales en lo que va del año. Los responsables se encontraban bajo el influjo del alcohol; 41 resultaron lesionados y tres personas perdieron la vida.  

     Las muertes y lesiones ocasionadas por conducir ebrio o bajo el efecto de drogas causan un gran daño a las víctimas y sus familiares. En el caso de lesiones, pueden causar incapacidad, fracturas y contusiones dolorosas, secuelas para toda la vida y daño emocional. La muerte ocasiona gran sufrimiento a los parientes y amigos. Este tipo de accidentes podrían evitarse. La pregunta es si promulgar leyes más estrictas sea la solución para reducir que personas conduzcan en estado de ebriedad. Si bien conducir ebrio o bajo el efecto de drogas es un delito, es importante analizar cual castigo es más efectivo y conveniente para resolver la problemática. 

     La presidenta municipal de León, Alejandra Gutiérrez Campos, presentará una iniciativa de reforma al Código Penal del Estado de Guanajuato que busca sancionar a las personas que conduzcan en estado de ebriedad o intoxicados por drogas, con penas de seis meses a un año de prisión, de 30 a 50 días multa y la suspensión de la licencia estatal por un año. Las penas serían más duras para quienes tengan la responsabilidad de conducir vehículos de transporte público de pasajeros, personal o escolar, pues ellos podrían recibir de uno a dos años de prisión, de 30 a 200 días multa y la suspensión de la licencia por un año. 

        En distintos grupos de mamás de jóvenes y adolescentes que tienen permiso para conducir se abordó el tema de esta iniciativa. Todas coincidieron que es en la adolescencia temprana cuando algunos niños comienzan a experimentar con el alcohol o a sentirse presionados por los amigos para beber. Probar el alcohol a esta edad es cada vez más común. Sienten curiosidad, quieren encajar y sentirse relajados, les hace sentir desenvueltos y se sienten mayores. Ven a sus padres tomar cerveza o vino y no lo ven mal. Los personajes de la publicidad de licores venden diversión y estatus, quedando los chicos y chicas vulnerables a los mensajes. Ante estas circunstancias en las cuales se encuentran inmersos los y las jóvenes, es grande la preocupación de las madres de que sus hijos acaben seis meses o un año en la cárcel donde no aprenderán nada bueno, podrían ser influenciados a un mal comportamiento y estar expuestos a agresiones y abusos. Un Servicio Social obligatorio sería más efectivo.  

         Igualmente, las sanciones deben considerar distintos factores como la edad, la sustancia ingerida, el tipo de licencia y el historial de incidentes con alcohol y drogas al volante. Además, el gobierno debe implementar campañas permanentes de concientización sobre los riesgos de manejar en estado de ebriedad, dar a conocer la penalización que conlleva y exigir programas de educación y responsabilidad del conductor antes de otorgar la licencia. 

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