La movilidad en el mundo ha cambiado drásticamente a partir de la pandemia COVID 19. Movilidad es esa capacidad de libre tránsito que tenemos las personas de acuerdo a las necesidades de nuestra vida y con la restricción de la infraestructura, diseño urbano, territorio, tecnologías, costos, etc. que tenemos en nuestro entorno. León es una ciudad que marcó una pauta en la estrategia nacional de movilidad al crear por primera vez en México, un sistema multimodal que conocemos como “las orugas” y que ahora utilizan otras ciudades.
De la misma manera, hemos sido líderes en la movilidad de ciudadanos que usan bicicletas, pues la densidad de ciclovías nos ubican como una de las 3 ciudades que más facilitan el traslado y el deporte con este medio. Pero donde convendría reflexionar, es sobre el incremento enorme que tiene otro medio de transporte que son las motocicletas. El modo de transporte se puede medir por el número de viajes diarios, pues el número de coches, bicicletas, motos, etc. no nos refleja el uso (podemos tener coches sin mover, por ejemplo). Visto así, la bicicleta se ubica entre el 5% y el 7% del total de viajes, en tanto que el taxi anda entre el 2% y el 3% considerado ya el boom de los transportes ejecutivo y de plataforma. El transporte público se mueve entre el 35% y 40% y el auto es de mayor uso, pues los viajes están entre el 50% y el 60%. En este cálculo, las motocicletas han subido del 3% que tenían, para oscilar ya entre el 5% y el 7%.
Por décadas he medido el comportamiento de fenómenos en nuestra querida ciudad y observo que las motocicletas tienden a crecer en número y viajes. ¿La razón? Son un medio práctico, económico, rápido, pero también, de riesgo. Sabemos que el viajar en avión es el medio más seguro, pues tiene una probabilidad en millones de sufrir un accidente y los medios terrestres tienen una alta probabilidad de siniestros, obtenido esto por la estadística; por ello, viajar en motocicleta tiene el mayor riesgo el País. Los datos de las áreas de tránsito y transporte nos ayudan a corroborar esta realidad. Los motociclistas son quienes viajan al trabajo, hacen traslado de mercancías e incluso se trasladan a la escuela y por motivos familiares dentro de León.
Claro que la movilidad sufrió cambios enormes durante la pandemia, pues el transporte público tenía una alta probabilidad de ser espacio de contagio, en tanto que las bicicletas lo reducían. Las personas dejamos de trasladarnos tanto, hasta ahora que el “semáforo verde” nos regresa a la “nueva normalidad”. Por ello, la movilidad tenderá poco a poco a regresar a los indicadores del año 2019, pero veremos que el incremento de la motocicleta se mantendrá vigente, es decir, tendremos cada vez más probabilidad de encontrarnos con una de ellas en la calle. Solo destaco, dos usos que es particular, pues es distinto que los otros; las motocicletas que trasladan a quienes ven en ella un bien preciado como parte de su manera de ser y por otro, las motos deportivas que mueven a quienes gustan de la adrenalina en competencias y carreteras.
Los accidentes recientes en la carretera México-Cuernavaca, plantearon el derecho a la movilidad de los motociclistas, pero también el necesario respeto a los reglamentos de tránsito, solo que existen lagunas en muchos de ellos. En León sigue creciendo el número de bicicletas y motos deportivas que, en su legítimo uso de tránsito, salen a las carreteras en fines de semana y días festivos, pero que comienzan ya a acumular accidentes. Los automovilistas no tenemos siempre la total capacidad de convivir con las motos en las calles de una ciudad, pues como sabemos tenemos “puntos ciegos” donde éstas no se ven y cuando éstas cambian de carril, suben de velocidad o se meten abruptamente en glorietas, los siniestros aparecen.
Pero yo me refiero hoy al incremento de las motos deportivas en fines de semana en los tramos largos de la carretera libre León-Silao donde éstas ya circulan a velocidades cercanas a los 200 kilómetros por hora y donde los automovilistas carecemos de la experiencia de esquivarlas y éstas, de respetar los límites de velocidad siendo vías federales. En todo esto, tendremos que aprender a reglamentar y a respetar, para evitar que se incrementen estos números de siniestros en algo que es una tendencia mundial, pues tendremos motos para siempre.
