Hoy es el último día laboral del primer tiempo del sexenio encabezado por la 4T. No habrá, como en el futbol, tiempo de descanso. Cumplidos los primeros 35 meses de gobernar, imaginamos que llegaron ya a la cima del poder y el control político. A partir del lunes justo comienza el segundo tiempo. En 1,081 días tendremos un nuevo presidente. 

Pero mucho antes habrá candidatos, campañas y una nueva era para el país. El domingo 7 de julio del 2024 sabremos quién nos gobernará el siguiente sexenio. Los últimos 19 meses fueron los más intensos que hemos vivido desde la Revolución. Pandemia, cambios, Trump, el populismo y finalmente la elección de junio. Si “la vida es sueño”, como decía Pedro Calderón de la Barca, el COVID fue sueño, pesadilla y amargos despertares. 

El primer tiempo de Ernesto Zedillo fue una tormenta económica de 18 meses, sin embargo el país resurgió como nunca y al final de ese sexenio la economía había crecido 19%. El segundo tiempo fue impresionante: en el 2000 terminamos con un crecimiento del 7%, algo nunca visto desde entonces. 

Si nos va bien, a finales del 2024 apenas tendremos el mismo PIB que en 2018 y recuperaremos el ingreso por habitante hasta el final de la década. Una década perdida. Todo dependerá de cuánto quieran invertir los empresarios nacionales y extranjeros en el país. El segundo tiempo será crucial. 

Por todo el mundo hay brotes verdes de recuperación. Los capitales guiarán su destino basados en la transformación energética y México puede quedarse varado si no invertimos en lo limpio y barato. Una y otra vez hago cuentas sobre la equivalencia de un kilómetro recorrido con un automóvil de gasolina mediano y uno eléctrico. Si el lector tiene confianza en mis números, la gasolina es cinco veces más cara que el kilowatt para mover un vehículo. Además los motores eléctricos pueden durar para siempre, no necesitan aceite, bujías o afinación. Hay baterías que han impulsado autos más de medio millón de kilómetros. 

Más allá del cambio tecnológico, intuyo que veremos verdaderas transformaciones políticas impulsadas por una realidad que se impondrá a los discursos. La efervescencia vendrá en la disputa por la candidatura presidencial en los dos bandos importantes, Morena y Va X México. Una lucha descarnada de gladiadores, Marcelo Ebrarard recibe el primer golpe de Claudia Sheinbaum con el veredicto del accidente del Metro. En Guanajuato, como en todo el país, comienza la división interna de Morena. Los Marcelistas y los Claudistas abren zanjas y repetirán en cada ciudad y distrito la lucha por el poder. 

Si el primer tiempo fue intenso en ataques y contraataques, en el segundo la temperatura, las pasiones y los golpes bajos y altos serán todo un espectáculo. No solo en Morena. En la alianza opositora no hay definiciones aún, pero entrando el 2022 el PAN-PRI-PRD y Movimiento Ciudadano, comenzarán la lucha para posicionarse en las encuestas con sus mejores candidatos. Ricardo Anaya (PAN), Alfredo del Mazo (PRI), Margarita Zavala (PAN), Enrique de la Madrid (PRI), entre otros, están listos y definidos en su intención. Xóchitl Gálvez dijo que va por la CDMX y es una gran candidata. Si sucede lo mismo en los estados y en todos los puestos de elección popular, tendremos el trienio más explosivo de nuestra historia. Preparen sus palomitas para el segundo tiempo. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *