¡Saludos tiernos! La historia de La Bella Durmiente es muy conocida. Hace muchos años que fue escrita por alguno de los hermanos Grimm. El cuento es una demostración de la imaginación humana. Leamos: “Hace mucho tiempo, un rey y una reina vivían en un castillo hermoso y eran muy felices. Sólo había una cosa que empañaba su felicidad: no tenían hijos. Un día, mientras la reina pensaba cuánto deseaba tener un hijo, ¡apareció una rana mágica! Le dijo que su deseo se cumpliría y que tendría un bebé en un año. El deseo de la reina se hizo realidad: pasado un año nació una hermosa niña a la que llamaron Rosa y los reyes planearon una gran fiesta. Enviaron invitaciones a las doce hadas buenas del reino para que la bendijeran, pero no invitaron a la decimotercera que era muy mala. ¡La fiesta fue muy divertida! Y a medianoche, cuando sonaron las doce campanadas, las doce hadas buenas aparecieron entre polvo de estrellas. Una por una, las hadas le fueron dando sus bendiciones a la princesa. Le dieron una encantadora sonrisa, una dulzura eterna, una voz hermosa y muchos dones más. Cuando la última hada estaba a punto de darle su bendición, el hada malvada apareció en medio de una nube de humo maloliente. -¡¿Por qué no fui invitada?!- gritó. El rey y la reina le rogaron que los perdonara, ¡pero ella estaba muy, muy enojada! -¡Este será mi regalo!- exclamó-. ¡En el decimosexto cumpleaños de la princesa, se pinchará el dedo con la aguja de una rueca y morirá! Después de decir esto y en medio de una fuerte carcajada, la malvada hada desapareció. Los reyes estaban tan desconsolados, que se habían olvidado de la última hada, pero cuando ella apareció, dijo: -No puedo deshacer el hechizo, pero puedo hacerlo menos maligno intentó tranquilizarlos. La princesa no morirá. Caerá en un sueño que durará cien años, al igual que todos los que habitan en el castillo, y solo será despertada por una señal de amor– añadió. Luego, las doce hadas desaparecieron entre polvo de estrellas. -¡No dejaré que ese maléfico se haga realidad! exclamó el rey. Así que ordenó que todas las ruecas del reino las llevaran al castillo y las arrojaran a una gran hoguera. Pasaron los años, y todos se olvidaron del hechizo del hada malvada& todos, menos la mismísima hada malvada, ¡por supuesto! La princesa se había transformado en una hermosa jovencita con todos los dones especiales que las hadas le habían dado. Y en su decimosexto cumpleaños, el rey y la reina celebraron una fiesta para ella. Tras el festejo, la princesa salió a caminar por el jardín del castillo. Allí se encontró con una vieja torre que nunca antes había visto, así que abrió la puerta y entró. Luego subió por una escalera hasta llegar a una pequeña habitación, donde una anciana estaba hilando. La joven nunca había visto una rueca, por lo que preguntó si ella podía intentarlo. Cuando la princesa comenzó a girar la rueca, se pinchó el dedo y, acto seguido, cayó sobre la cama sumida en un profundo sueño. -¡Ja, ja, ja!- rio la anciana quien en realidad ¡era el hada mala!. Luego, desapareció en medio de una nube de humo maloliente. Al mismo tiempo, en el castillo los relojes se detuvieron y todos los que habitaban en él se quedaron dormidos. ¡El hechizo de cien años había comenzado! Los años pasaron y la gente venía de todos lados para ver el castillo durmiente. Con el tiempo, un frondoso y espinoso rosal cubrió sus muros y caminos. Transcurrió más tiempo, y muchos caballeros y príncipes llegaban para tratar de rescatar a la princesa, pero nadie podía traspasar la espinosa vegetación de rosas encantadas”. ¿Y qué creen que pasó? Nos leeremos en la próxima. El Pilón Filosófico: “¿Quieres llevar la delantera? Aprende a ser lector”.
Editorial: DreamsArt
Versión de: Jamie French
Precio:$40
Capturista: Mónica Caballero
MGL
