San Pedro Garza García en Nuevo León es el municipio más rico y desarrollado. En apenas 69.4 kilómetros cuadrados concentra la propiedad inmobiliaria más cara del país. La ciudad no sólo es la más rica de México en ingreso por habitante, sino también una de las más caras del continente. 

Durante décadas fue un bastión del PAN con la presidencia de Mauricio Fenrández, un político heredero de una de las mayores fortunas de México. Culto, bronco, pintoresco y carismático, pudo gobernar San Pedro con mano dura, y dicen algunos, poniendo límites al crimen organizado que usaba la zona urbana como hogar de sus familias. 

Apenas tiene 133 mil habitantes, semejante a Silao, Purísima o Guanajuato. Su desarrollo difiere mucho de cualquier población de su tamaño porque cuenta con grandes recursos propios y es una comunidad con alto nivel escolar. Su presupuesto puede llegar este año a 4 mil millones de pesos. Unas cinco veces lo que tiene cualquier municipio por habitante. 

Lo impresionante es que está administrada con absoluta transparencia, eficiencia y una buena dosis de participación ciudadana. Miguel Treviño, quien ganó la reelección a Mauricio Fernández por “nocaut” del 70% de la votación, es un alcalde ejemplar. Llegó a la alcaldía hace 3 años como candidato independiente. En 2018 ganó la elección a Rebeca Clouthier, quien competía por Acción Nacional. 

En dos minutos se puede ingresar al portal del Ayuntamiento y ver todo. Bueno, casi todo: normas, reglamentos, códigos de ética y cuentas, muchas cuentas, todas las cuentas. Balances de la situación financiera de cada mes. El último reporte es el de mayo. Una de las razones es que Treviño tuvo que ver mucho con el establecimiento de la transparencia gubernamental desde el sexenio de Vicente Fox

Alejandro Junco de la Vega, presidente del Grupo Reforma, con su extraordinaria visión, lo comisionó para orientar a Fox y su gabinete sobre los beneficios que traería al país abrir las cuentas públicas al ciudadano por ley. Múltiples visitas de expertos extranjeros ayudaron. Se tomó como ejemplo experiencias de otros países.  Leyes como la FOI (Freedom of Information Act) de Estados Unidos, inspiraron con sus valores una nueva ampliación de los derechos ciudadanos a  conocer por dentro la administración de nuestros recursos, leyes y servidores públicos. 

Fue uno de los grandes legados de Fox. La alternancia exigía gobiernos abiertos,  aunque todavía hay resistencias mayúsculas donde persiste la corrupción. Los corruptos necesitan resguardar información. La  reservan bajo el menor pretexto. En San Pedro todo lo que marca la ley está a la luz del sol. 

Para seguridad pública el municipio cuenta con 690 policías. Uno por cada 200 habitantes. En contraste León tiene uno por cada mil habitantes. Mientras a los demás ayuntamientos de Nuevo León les urge contratar personal, en San Pedro “están completos”. En este tiempo de verano es común ver a los sampetrinos correr por los camellones; en los parques y jardines hasta las 11 o 12 de la noche con absoluta tranquilidad. Podríamos decir que en una comunidad tan compacta, preparada y rica no es difícil contratar buenos policías, tener buenos servicios y vivir en paz. Pero hay algo más: la voluntad de tratar al ciudadano como adulto y facilitarle la vida con trámites rápidos, con reglas claras y unas enormes orejas para escuchar a la comunidad. 

En campaña Treviño hizo una aseveración que me dejó con los ojos abiertos: “he recorrido todas las calles del municipio, conozco todas las casas”. Casi le faltó decir que conocía a todos los habitantes. 

Nuestra candidata electa, Alejandra Gutiérrez estuvo en San Pedro. Eso habla muy bien de ella: tener la humildad de aprender y la sabiduría de acercarse a quienes pueden pasarle maravillosas recetas para bien gobernar. Habrá que profundizar en esas oportunidades. 

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