Muchos pensaron que la alianza de la oposición no era posible por la feria de vanidades dentro de los partidos. “Son como el agua y el aceite”, dijeron desde Morena, sin embargo lo que hoy une a PAN, PRI, PRD y el partido sin permiso México Libre, es la intentona de rescate más importante de nuestra historia. De ese tamaño.

Motivados por empresarios e instituciones diversas de la sociedad civil, los dirigentes trabajaron con un solo fin: parar la autocracia y evitar la destrucción del país. Dejaron atrás las ideologías para presentar un frente común con los mejores candidatos a diputados. Es un reto político que requiere acuerdos para proponer, ceder y unir.

Gustavo de Hoyos, ex líder de Coparmex y Claudio X. González de Mexicanos Unidos Contra la Corrupción, impulsaron el proyecto. Tienen el apoyo de cientos de instituciones de toda la nación. El otro motivador involuntario fue el presidente López Obrador, quien al dividir el país y atacar a todo mexicano que no se pliega a sus ideas, abrió la puerta a un sólo adversario que puede reunir a todos quienes no votaron por Morena en 2018.

Los partidos bautizaron la unión como “Va X México”, un mensaje claro y sencillo. Nos unimos porque primero es México, luego todo lo demás. El primer paso se dio. Lo que viene debe ser un trabajo político arduo, de acuerdos y proyectos comunes. Hay quien sugiere una declaración de “mea culpa” o una petición de perdón al ciudadano por haber fallado en el pasado. Otros piensan que el motivo debe ser tan explícito como sea posible: vivimos en un estado de emergencia y el país va a la catástrofe si no nos unimos para detener el populismo.

Hay muchas banderas sueltas, promesas incumplidas por Morena y el Presidente. La economía está destartalada, la seguridad también, la mala administración de la salud pública por la pandemia tiene al país al borde de una tragedia mayor, y lo más importante: la mayoría de la gente está en peores condiciones que en diciembre de 2018, cuando vino el cambio. El reparto de pensiones y ayudas no es suficiente. Además, a diferencia de todos los gobiernos del mundo, en México no hubo un apoyo contracíclico a las empresas y el empleo.

Si Va X México logra construir en estos meses una voz común de esperanza es muy probable que gane la mayoría en el Congreso. Las gubernaturas en juego son importantes,  pero no indispensables como lo es crear un contrapeso al poder presidencial. La mejor respuesta del electorado será con la selección de los mejores candidatos de cada partido. 

Como estamos en una emergencia, tendrán que hacer cientos de encuestas para conocer de antemano la intención de voto con tal o cual prospecto.

La mejor manera de mostrar al votante que Va X México es la respuesta que el país necesita será la armonía ejemplar en las decisiones colegiadas. Si la gente ve que en Morena viven en pleito y se dan con todo por las candidaturas y en Va X México hay unión, optimismo y mucha pasión, tendremos un Congreso distinto. Un Poder Legislativo que no obedecerá ni será escribano de los dictados presidenciales. 

Va X México tiene un logro: la atención del país no estará en un solo polo. La oposición unida será noticia cotidiana.

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