En este espacio he compartido con ustedes por años, tendencias mundiales y en particular una, relacionada con los movimientos nacionalistas y de autonomía y por qué éstos se darán cada vez más. La búsqueda de ventajas competitivas en regiones del planeta y las batallas por el petróleo y el agua, han llevado a comunidades enteras a entrar en disputa con vecinos o paisanos. Esto es una tendencia, decía, y será imposible detenerla. Ni los liderazgos más fuertes en gobiernos han podido frenar esta realidad.

El separatismo no es nuevo. Está latente cuando una comunidad percibe que pierde, más que ganar, al formar parte de un País o de una región económica (como la Unión Europea). Así, Puerto Rico, la región de los Balcanes, Cataluña, Gibraltar, Haití y la República Dominicana, el gigante californiano, el País Vasco, los antiguos países que formaron la Unión Soviética, son ejemplos de esta cuestión. Nuestro País no ha sido ajeno a esta dinámica y tenemos las historias de la región del Soconusco, de la república de Yucatán y más recientemente, las expresiones colectivas de la región de la comarca lagunera, de Nuevo León, y ahora, de los “gobernadores federalistas“, que exigen mejores tratos del Gobierno federal.

Nuestro amado País en sus eternas luchas intestinas entre liberales y conservadores, perdió la mitad del territorio precisamente porque un grupo de colonos texanos exigió mejores condiciones al gobierno federal. El pacto federal que constituye a la Nación, tiene en su esencia, la subsidiariedad entre estados libres y soberanos, donde todos aceptan que unos ayudarán más a otros en la medida de sus fortalezas y otros recibirán esos subsidios tanto como lo requieran. De este pacto federal se derivó el pacto fiscal, donde se definen fórmulas para distribuir los ingresos federales que gravan la renta (el ISR) y el consumo (IVA).

Pues bien, con el paso de los años, este pacto fiscal ha sufrido modificaciones, pero en esencia, los estados del norte aceptaron subsidiar al sur y como consecuencia, la federación retiene la mayor parte, tanto como cercano al 80% y regresa a municipios y estados, el restante. Este mecanismo es la esencia del nacimiento de México. Como aquí lo he expuesto, los estudios realizados por consultoras como a Regional, el IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad) y el INAP confirman que estados como Guanajuato, como Jalisco, como Nuevo León, son castigados en las participaciones federales. Como ejemplo, Guanajuato es el sexto estado en aportaciones a la federación y recibimos per cápita, la menor proporción de todo el País.

El pacto fiscal ha ayudado a reducir las brechas de desigualdad en los estados, ya que los más ricos, como Jalisco o Nuevo León, “transfieren” recursos a los más pobres, como Oaxaca, Guerrero y Chiapas; pero también ha permitido que haya diferencias sustanciales en la recaudación de cada entidad, pues éstos reciben cómodamente y no se esfuerzan por recaudar o crecer. De acuerdo con IMCO, este año se esperan cerca de dos billones de pesos en ingresos totales de las entidades, de los cuales 1.7 billones serán transferidos por el gobierno federal a través de aportaciones (759,760 mdp) a las entidades para salud, educación, seguridad, etc. y de participaciones (948,747 mdp), Al recibir menos, los estados tienen como opciones el endeudarse, o incrementar ingresos, aunque casi todos eliminaron la tenencia y no hacen crecer el predial.

Gracias a mis alumnos de la maestría en contabilidad gubernamental, pues he aprendido las fórmulas de la Ley de Coordinación Fiscal que contemplan: la recaudación de las entidades, el PIB, la población, entre otros elementos. De allí que el norte del País se haya inconformado pues los recursos que recibimos, son pocos en comparación con los que aportamos a la Federación en nuestros territorios. A esto, el Presidente AMLO ha respondido que no dialogará con los gobernadores federalistas; ojalá lo reconsidere y lo haga, pues como sea, aquí se produce la riqueza y deben llegar a un acuerdo por el bien de todos. Imposible romper el pacto federal, pero sí, revisar, el Pacto Fiscal. 

 

*  Consejero local del INE.

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