Parece que el ayer llega de nuevo con la pandemia del Covid-19, como si el mundo entero estuviera en espera de un tsunami iniciado en China. El Dr. Juan Ramón de la Fuente, representante de México en la ONU, asegura que el virus llegará y debemos estar preparados.
Hay otro virus que es tan preocupante, o más, que la infección viral: el impacto económico que puede haber si permitimos que el miedo nos entuma, si el país permanece dividido y sin rumbo. La esperada recuperación de al menos un punto de crecimiento puede convertirse en otra disminución de la actividad económica y, entonces sí, caeríamos en una recesión.
Comentaba un experto en salud pública que la infección podría llegar a 4 millones tan solo en la CDMX, una posibilidad extraordinariamente remota, como esperar que estallaran todos los volcanes del país al mismo tiempo. El extremo de un acontecimiento que destruiría todos los sistemas de salud. No sucederá.
Lo cierto es que debemos estar preparados, pero sin albergar visiones apocalípticas que obedecen a esa amarga sensación que da el desorden generado por la nueva Administración en el sector salud.
¿Si no pueden tener un abasto suficiente y oportuno de medicamentos en varios hospitales por conflictos en las compras, cómo se podrían atender a cientos o a miles de infectados?
No hay camas suficientes porque ya los hospitales están saturados. Tampoco hay suficientes respiradores ventiladores para mantener con vida a quienes ya no les funcionen los pulmones en caso de que no resistan la infección. El estrés al que se sometería a las instituciones de salud pública y privada complicaría todo como nunca hemos visto.
Esperemos que el calor llegue pronto, antes que la pandemia porque esa sería la solución natural. Los expertos dicen que arriba de 30 grados el Covid-19 no se extiende como lo ha hecho en China durante el invierno. Ayer veía al mediodía con gusto que la temperatura llegó a 27 grados en León. Para el domingo llegará a 29 grados, según el pronóstico de The Weather Channel, un canal propiedad de IBM cuyos números son producto de cálculos muy precisos realizados con inteligencia artificial.
En tres semanas la primavera estará a la vuelta de la esquina en buena parte del territorio nacional, salvo Toluca, Pachuca, la CDMX y otros lugares elevados. En un mes el Covid-19 ya no tendrá la temperatura fresca para prosperar. Sin embargo no podemos cantar victoria. La naturaleza nos puede ayudar pero las alertas sanitarias deben atenderse de inmediato.
En Italia los sorprendió, al igual que en Irán y en Japón tienen la presión de los Juegos Olímpicos. Quienes lloran ya los efectos de la infección son las aerolíneas y el sector turismo, que pierde desde ahora a los viajeros cuyos vuelos o cruceros son cancelados por lo que sucedió en Asia con el barco Diamond Princess atracado en Yokohama, Japón.
En 2009 la economía cayó un 7% cuando brotó la influenza N1H1 en el país; el golpe mayor fue al turismo. Veníamos de una recesión provocada por la caída de la banca internacional. Por fortuna en 2010 llegó una recuperación, aunque tardamos algunos años en recuperar el empleo perdido. Así que a ocuparnos todos porque las epidemias no respetan ni a cuatroteístas ni a conservadores.
