Las bolsas de valores caen, las fronteras permanecen cerradas para los chinos y la Organización Mundial de la Salud previene sobre una posible pandemia. Después de conocerse la noticia de que al norte de Italia y a Irán llega el Covid-19 o coronavirus de China, la percepción sobre la epidemia cambia.
En China el sacrificio sigue y Wuhan una ciudad de 11 millones de habitantes -el foco de infección-, ya cumple un mes en cuarentena. A los dos hospitales construidos en semanas, se sumarán otros 19 para atender a los enfermos. Las ciudades se desinfectan con nebulizaciones permanentes y las calles lucen vacías.
¿Debemos preocuparnos por la epidemia que aún no llega al país? Hay quienes afirman que sólo es cosa de tiempo. Expertos piden calma y sugieren que los servicios de salud pública estén atentos. ¿Estamos preparados en México para enfrentar una posible pandemia? Nadie lo sabe porque hoy son días complicados para la salud pública.
Algunos manufactureros de partes para la industria automotriz tienen que parar temporalmente su producción porque no les llegan suministros de China. En Tepito el comercio disminuye porque ahora enfrentan un paro en el comercio de contrabando que alimenta el negocio de la piratería.
Cuando pensamos en escenarios apocalípticos, cuando tememos por nuestros hijos o los adultos mayores, debemos regresar un poco a la historia y la dimensión de las cosas.
La comunicación inmediata y el flujo de personas y mercancías en el mundo dan miedo por los contagios, pero la técnica médica y el poder de los gobiernos no tienen comparación con el pasado.
China despliega una disciplina casi militar y cerca los focos de infección, envía miles de doctores y enfermeras civiles y del ejército para atender la epidemia. Después de un esfuerzo casi sobrehumano logran que disminuya el ritmo de contagio. Xi Jinping, líder del país, promete parar el problema en semanas. Un compromiso serio.
Hay 80,096 infectados en el mundo y 2,699 muertos hasta ayer, según datos del periódico de Hong Kong, The South China Morning Post. El 99% de los muertos están en ese país.
Hace un siglo, en 1918 hubo una pandemia en el mundo, la llamada “gripe española”. No existen cifras precisas pero las conservadoras son de entre 20 y 40 millones de muertos. Le llamaban “española” porque sólo en España, que no estaba en guerra y no tenía censura, se publicaban las cifras de los muertos.
La Vanguardia de Barcelona del 24 de octubre de 1918 publicó que en un sólo día habían fallecido 421 personas. El mundo perdía entre el 2 y el 3% de la población por la enfermedad.
Si regresamos a la Edad Media, a la mitad del Siglo XIV, la Peste en Europa mató a un tercio de la población y los historiadores dudan sí fueron 75 o 200 millones los que fallecieron. Pueblos completos desaparecieron y era casi imposible que nuestros ancestros pudieran saber lo que sucedía. Hoy lo sabemos al minuto.
La población mundial se duplicó apenas en 45 años al pasar de 4 mil millones en 1975 a casi 8 mil al 2020. La ciencia y el progreso permiten enfrentar epidemias y posibles pandemia con antibióticos y seguro que pronto habrá vacunas para enfrentar la contingencia.
A diferencia del pasado, la humanidad tiene el conocimiento y las herramientas para evitar una pandemia como las del pasado.
