Como lo señalé en mi anterior artículo, ahora platicaré un poco sobre la vida y obra del Presbítero Don Gabino Chávez, persona no muy conocida, pero luego de leer estos comentarios sobre su vida, estoy seguro que lo convertiremos en un personaje dada su calidad humana y sacerdotal. Para que entendamos la jerarquía eclesiástica, señalo unos puntos para que la conozcamos. Los ordenados como sacerdotes en seminarios que dependen directamente del obispo del lugar, son llamamos ‘Presbíteros’, ellos al profesar emiten tres votos solemnes: pobreza, obediencia y castidad. La palabra ‘clero’, viene del latín significando a los que han recibido las ordenes sagradas, por lo mismo todos ellos son llamadas ‘clérigos’. El ‘clero católico’ se divide en ‘secular’ y ‘regular’. El ‘secular’ (del latín ‘siglo’, los que viven en el ‘siglo’ o sea, en el ‘mundo’) son los sacerdotes que dependen directamente del obispo y le ayudan a guiar su diócesis.
El ‘regular’ (del latín, ‘regla’ o sea ‘ordenes’ o ‘constituciones’), son todos los religiosos que profesan vivir en comunidad emitiendo tres votos solemnes: pobreza, pureza (castidad) y obediencia, en ‘Congregaciones’ y ‘Ordenes’, sean ‘Monásticas’ o no. Los monjes emiten un cuarto voto, el de ‘estabilidad’ en su ‘monasterio’, y los ‘jesuitas’ emiten un cuarto voto, el de ‘obediencia’ absoluta (por encima de las decisiones del superior general de la ‘Orden de la Compañía de Jesús’, en determinadas circunstancias) al Papa Romano. Larga esta explicación, pero interesante.
E inicio esta historia. El Padre Gabino Chávez nació en Irapuato el 19 de febrero (el mismo día que, años después, fue asesinado el señor Cura Martín Lawers), de 1839. Como recordamos, en mi artículo anterior su papá Don Pablo, al morir su esposa regresó al Seminario en Morelia para luego recibir la Ordenación Sacerdotal. Tiempo después el joven Gabino, igual, pensó abrazar la vida sacerdotal. Así, en el Seminario de Nuestra Madre Santísima de la Luz, en León Guanajuato, el que había sido fundado por el Padre y Bachiller Don Ignacio Aguado y dirigido por los Padres Paulinos.
El año de 1857 el Seminario fue clausurado debido a la Promulgación de las ‘Leyes de Reforma’ emitidas por el gobierno de la República, a su frente el Licenciado Benito Juárez. Debido a esto, Gabino fue trasladado al Seminario de Morelia donde ahí recibió las Ordenes Menores y el Subdiaconado por manos del Señor Doctor Don Clemente de Jesús Munguía. Fue ordenado sacerdote el 29 de septiembre de 1863 por el recién electo primer obispo de León, el ilustrísimo Señor Doctor y Maestro Don José María de Jesús Díez de Sollano y Dávalos. Cantó su primera Misa en el Santuario de Nuestra Señora de la Soledad de Irapuato.
Fue una persona con un carácter granítico y un gran estudioso por medio de la biblioteca que lograr formar sobre temas filosóficos, teológicos y enciclopédicos. Escritor incansable y con fecunda pluma, su producción literaria fue amplísima escribiendo artículos sobre Derecho Canónico, Mariología, Teología, Sagrada Escritura, Liturgia, Oratoria Sagrada, Catequesis, Pedagogía, Hagiografía, Apologética y más temas. Fue un gran orador y se distinguió como Director de Asociaciones Marianas y del Castísimo Patriarca Señor San José al igual que Director Espiritual de muchas personas. Importantísimo trabajo con enormes frutos: fue fundador del ‘Asilo de huérfanas de Guadalupe y del ‘Instituto Religioso de la familia de Corde Jesu, juntamente con la Rvda. M. Magdalena de la Reparación Vargas Galeana. Anciano, ciego, sordo, impedido para caminar por el dolor que le causaba su incurable diabetes, no se le eclipsó la inteligencia ni su memoria, ni menguó la energía de su carácter. Al final un amanuense le sirvió para dictar muchos trabajos de índole espiritual. A los ochenta y un años y diez días de edad, falleció el 17 de diciembre de 1919 en esta ciudad de Irapuato. Su muerte causó luto general.
Fue sentido por todos los que lo conocieron personalmente y/o por medio de sus escritos. Miles de personas, de todas las edades y de diferentes condiciones sociales, acompañaron hasta su tumba al que había sido mentor, maestro modelo edificante de varias generaciones. Aquí en Irapuato viven muchos familiares del Padre Gabino Chávez, orgullosos seguramente de tener a un tío tan bueno.
Bajo la bóveda de la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, en el Templo de Señor San José, yacen sus despojos mortales, cubiertos con una lápida que reza así: ‘VIVIÓ LA VIDA DEL JUSTO/ SUFRIÓ CON PACIENCIA DEL MARTIR/ MURIÓ CON LA TRANQUILIDAD DEL SANTO. SU MEMORIA DURARÁ PARA SIEMPRE/ HUMILDE HOMENAJE DE AMOR AL SEÑOR/ PRESBÍTERO GABINO CHÁVEZ/ EL PUEBLO DE IRAPUATO.
Solicito críticas constructivas sobre este trabajo.
