Cómo le hace falta un clásico al León.
Hoy no está Irapuato, él clásico que por unanimidad compra el aficionado del León, quien recuera haber visto o escuchado que los partidos contra las Chivas también fueron clásicos.
Seguimos leyendo y escuchando mucho sobre la vez que esta ciudad tuvo al León y al Curtidores, la gran rivalidad que sin llegar a trascender en el tiempo, tenía todos los tintes para ser la rivalidad más encarnizada, deportivamente hablando, de esta ciudad.
La noche de ayer en el Estadio León hubo una ensayo de clásico; la rivalidad regional es importante pero sigue faltando algo, más duelos, más intensidad, más tiempo.
En los últimos años los juegos con Irapuato en el Ascenso Mx transmitían muy poca pasión en las tribunas y difícilmente hoy hay un partido pasional de ida y vuelta.
Ningún rival alcanza para un Clásico
Partidos con mucha pasión, donde se jugaron cosas importantes, fueron muchos: ante Dorados, Xolos, Irapuato, Querétaro, todos sólo con tintes.
León se ha convertido en el “Casi Clásicos”.
Muchos rivales promovieron duelos con los Esmeraldas con el adjetivo de Clásico: Salamanca, La Piedad, Querétaro, San Luis, Necaxa, por mencionar a algunos.
Mucho título, poco rival. Aquí no interesan esos rivales para emparentar.
Celaya fue un buen ensayo pero no sirve para calificar como tal, difícilmente se volverán a enfrentar si no asciende el Celaya, quizá en otra Copa, tal vez.
Pero que el enfrentamiento ante el vecino sirva para reflexionar en lo mucho que le hace falta tener un rival que despierte competencia en la zona, que obligue a crecer, que se compare para bien y que compita en el torneo pero también en mercadotecnia, experiencia de estadio, refuerzos, etcétera.
Twitter: @pacovela
