Continúo platicando a los lectores de este Diario amigo la historia de los teatros de Irapuato. En el año de 1955 el presidente municipal de Irapuato era Don Jesús Cervantes Reynoso. Sucede que en la esquina que forman las actuales avenidas ‘Juárez’ y ’ Álvaro Obregón’, a un costado del ‘templo del Convento’, en el año de 1789 se inició la construcción del Convento de la Orden Franciscana, el cual contemplaba el propio convento (espacio donde se encuentra actualmente la ‘plaza del artista’, ¿?) y el templo anexo ‘San Francisco’ o ‘el convento’; nunca terminado debido a las Leyes de Reforma promulgadas por el gobierno de la república encabezado por el Licenciado Benito Juárez a partir del año de 1859, a través de unas de ellas, se expropiaban todos los bienes eclesiásticos, tanto del clero regular como del secular. Debido a esto el convento quedó inconcluso y luego de un historia muy importante e interesante para Irapuato, la que comentaré en otro artículo, Don Jesús Cervantes demolió los restos y en su lugar construyó un edifico escolar como sede para la escuela Preparatoria (la primera en Irapuato) y a un lado, ‘importantísimo’, un Auditórium Municipal, el primero que podría cumplir las funciones de un teatro, aunque fuera primitivo. En ese espacio, a lo largo de los años de 1974 y hasta el año de 1983 estuvo a mi cargo como Director de la Casa de la Cultura en el cual presenté a muchas celebridades como a: Ofelia Guilmain, Pilar Rioja, la Zarzuela ‘Las Leandras’ con Rubén Rojo e Irán Eory, Ignacio López Tarso, Susana Alexander, Taurus do Brasil, Luis Miguel ‘el sol’ con escasos 19 años de edad, Napoleón el cantautor, y varias más personalidades y eventos. Este auditórium fue demolido en la administración municipal del Licenciado Sixto Zetina para, en su lugar, iniciar la construcción del ‘Teatro de la Ciudad’.

Por el año de 1960, en el cine Rex (en la esquina que forman las calles de ‘Pípila’ con ‘Ramón Corona’), un cine excelente, el primero con curva isóptica para permitir que todos los espectadores pudieron ver el escenario sin que nadie les tapara la visibilidad, con galería o ‘gayola’, y como un dato curioso, cuando fue inaugurado, en el años de 1950 lo estrenaron con tres películas, una cada día y en pantalla de Cinemascope, ellas fueron ‘Duelo al Sol’ con Gregory Peck y Jennifer Jones, ‘El Príncipe Valiente’ con Robert Wagner y Janet Leight, finalmente una película marina cuyo nombre lo quedo a deber; en él fueron realizadas varias ceremonias solemnes de coronación de las reinas de la ciudad, luego de que se inició esta ceremonia en el cine Rialto en el que fue coronda la Reina de la ciudad Margarita del Moral Brunell la noche del día 14 de febrero del año de 1947, para dar inicio a las fiestas conmemorativas de los cuatrocientos años de vida de nuestra ciudad. El Director de teatro capitalino Jorge Mairós (en el artículo anterior escribí su apellido mal, el correcto es Mairós), presentó una o dos obras teatrales las que fueron un éxito notable porque en ellas actuaron personas muy conocidas en Irapuato y que hicieron sus pininos con la presentación de esas obras; entre las que recuerdo fueron: Elena Alfaro Araujo, Margarita Basauri, Carmela de Díaz, Gustavo ‘Tavo’ Pérez Huarte, Refugio ‘Cuco’ González y otras personas más. De ellas, como actor Cuco González se convirtió en el Director de la Obra de teatro ‘que familia’, con los actores que ya señalé en el escrito anterior. Esta obra, luego de más de cinco meses de ensayos diarios, de lunes a viernes de 7 a 10 de la noche en el Salón León XIII y con gran desgaste de energía, la presentamos en el pequeño salón de fiestas que el Ingeniero Antonio ‘Toño’ Contreras Santoscoy construyó en la ‘calle de ‘5 de mayo’, casi esquina con la ‘calle Morelos’, en cuatro presentaciones, todas a beneficio de asociaciones necesitadas de ingresos económicos; la primera fue en beneficio de las damas Vicentinas de esta ciudad. Fue muy grande el éxito, por lo cual la siguiente presentación fue en el ‘Auditorio Municipal’ (en el espacio que ocupa actualmente el ‘Teatro de la Ciudad’ en la ‘Avenida Álvaro Obregón’) con un lleno total. EL éxito fue conocido en la ciudad de Salamanca por lo que nos invitaron a presentarla en esa ciudad, pero estábamos tan cansados –resulta que todos nos sabíamos los textos de cada compañero menos él de uno mismo, y constantemente nos regañábamos, lo que ocasionó eso, mucho desgaste- que decidimos, no aceptar la invitación y continuar con nuestros trabajos ordinarios; solamente Chelo Zuloaga continuó años después cuando formó el grupo de teatro ‘Pedal y Fibra’ del que platico enseguida algo de lo que conozco pues de alguna manera he participado en él. No en orden, pero la lista de personas que las dirigieron fueron: el Licenciado José de Jesús ‘Peque’ Gutiérrez; su hijo Dante Gutiérrez, otro hijo, Fernando Gutiérrez (‘titiritero’ de fama nacional); Rubén Pérez Vargas; Roberto Gómez y últimamente, su hijo Roberto Gómez Barquín.

Pasó el tiempo, Irapuato creció y se realizaron varias construcciones particulares o privadas con el fin de que funcionaran como teatros, o espacios cerrados de usos múltiples. Larga esta lista, enumero las instituciones que construyeron esos espacios, algunos de ellos: Escuela Preparatoria de Irapuato; Instituto Kipling, Itesi, Liceo Cervantino, Centro Juvenil Juan Pablo II, Centro deportivo y campo de Golf Santa Margarita; Centro de eventos y Convenciones; Club Campestre de Irapuato, Instituto Cumbres, y muchos más; uno de ellos, muy importante, fue la construcción realizada en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey Unidad Irapuato, de un espacio cerrado, un gran salón de usos múltiples en el cual, por su capacidad y orden, se ha constituido como uno de los espacios más solicitados en nuestra ciudad. Inaugurado, recibió el nombre de su mecenas, el señor Melchor Cayón Villanueva. Siendo presidente municipal el Ingeniero Mario Turrent, fue proyectado un Teatro ‘formal’ por una firma constructora de la ciudad de León; ambicioso, serio, con estudios de graficas solares de luces y sombras, amaneceres y atardeceres, plaza con monumentos en miniatura, estacionamiento vehicular, etc., resultó a toda luces inviable por varias razones; una, su ubicación, a un costado de la vía del ferrocarril sobre la ‘Calzada de los Chinacos’ lo que significaba que el ruido del tren en general, por su cercanía, afectaría al espacio acústico del mencionado teatro; dos, para su realización deberían ser demolidos las construcciones siguientes: campo de béisbol, Casa de la Cultura y Biblioteca Benito Juárez, es decir, matar a varios niños para hacer nacer uno, no se vale. Intento fallido.

Termino, continuando con esta historia en mi próximo articulo platicaré también sobre visitas, como cronista, a haciendas excelentes como la de Tupataro, cerca de Cuerámaro; a la ciudad de Romita y otros lugares muy importantes de nuestro estado. Como siempre, acepto y pido críticas constructivas, correcciones, añadidos etc. A las órdenes para fungir como guía y platicar sobre la historia nuestra.

 

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