De la noche del 31 de diciembre al 1° de enero, se acostumbra en la mayoría del orbe, la celebración del inicio del año siguiente a aquél en que se vive, según el calendario gregoriano que fue instaurado por el Papa Gregorio XIII en 1582 y, por ello, es día festivo en casi todo el mundo aunque, en países como China y dentro del marco de algunas religiones, su celebración es en fecha diferente.
Por ejemplo, el año nuevo chino, como se basa en el calendario lunar, se celebra en la segunda luna nueva, por lo que no puede convertirse a una fecha exacta conforme al calendario gregoriano, de aquí que su celebración es entre el 21 de enero y el 18 de febrero.
En el calendario hebreo, cuyo inicio del año nuevo es en el mes de Tishrei, con el “Rosh-hashanáh”, su celebración se realiza entre los meses de septiembre y octubre.
En caso semejante está el calendario musulmán, que dura 354 días y que también es lunar, por lo que su año nuevo se celebra el 1° de muharram y que tampoco coincide con fecha precisa del calendario gregoriano.
Salvo algún desafortunado error, los judíos transitan el año 5778, que establecieron a partir de la supuesta fecha del nacimiento de Adán; en tanto que los musulmanes, cuyo almanaque comienza con la huída de Mahoma a Medina en el año 622, le restan esta cifra al año gregoriano, lo que resulta que ellos están en el 1395.
Ciertamente, la festividad de año nuevo no es de origen reciente. Según inscripciones antiguas, ya existía en Babilonia, durante el tercer milenio A.C., una fiesta que tenía lugar a mediados de lo que ahora es marzo y era importantísima ya que en ese momento (marzo) el dios Marduk decidía el destino del país para el año siguiente, según se señala en The World Book Encyclopedia (https://es.wikipedia.org/wiki/World_Book_Encyclopedia) así, la fiesta babilónica del año nuevo, duraba once días, en los que se hacían sacrificios, procesiones y ritos de la fertilidad.
Fue hasta que Nicolás Copérnico (1493-1543), conocido principalmente por desarrollar la teoría heliocéntrica, en que descubrió y difundió que la tierra giraba alrededor del sol y no al revés (como se creía en su época), siendo así que se sabe que la tierra realiza un movimiento de traslación cada 365 días y 6 horas, aproximadamente. Este movimiento consiste en que la tierra gira sobre su propio eje, alrededor del sol, durante un año.
Pues bien, para cuando esta colaboración vea la luz en el 2018, se habrá cumplido el giro de un año alrededor del sol y se habrá abierto un nuevo ciclo a partir de su 1° de enero.
No creo que haya duda alguna en el sentido que habrá mucha esperanza en los corazones de todo el mundo para que prevalezca la paz y se tenga presente la frase célebre del político mexicano Benito Juárez García: “Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”, enunciada el 15 de julio de 1867 y sin que se olvide que la paz es un derecho fundamental que encabeza el bien común y no el de pandillas, grupos, bandas, cofradías, etc.
