¡Saludos luctuosos! Me explico. El mundo de los «intelectuales» donde brillan «grandes estrellas polares que orientan el camino de la humanidad», está de luto. Entiendo perfectamente el ruido popular cuando muere un «ídolo» que se mueve en la «cultura líquida». Aunque se «apagó» hace unos cuantos días «la voz crítica de la sociedad contemporánea», no es motivo de tristeza para muchos, quien es seguramente para la mayoría un total desconocido. Se escribirán comentarios valiosos sobre su persona y nos ayudarán para interesarnos sobre su teoría de la «modernidad líquida». Y ahora sí tal vez nos inquiete la noticia de su muerte. Lo valioso será que nos interesemos en estudiar (no leer) su obra y le demos alguna aplicación práctica que nos sirva de apoyo para transformar o encausar esa fuerza humana desmedida que está causando estragos sociales. Zigmunt Bauman, polaco nacido en 1925, dejó escritos una cincuentena de libros, verdaderos ensayos sociológico-filosóficos. Recomiendo una decena de sus libros, que según mi criterio de librero y lector, son absolutamente necesarios estudiar y cooperar con el autor a rescatar todo lo líquido rescatable y colocarlo en su lugar que ha perdido y que es la cultura milenaria de lo sólido. Estos diez libros son: Vida líquida, Miedo líquido, La sociedad individualizada, Los retos de la educación en la modernidad líquida, Tiempos líquidos, Modernidad Líquida, Sobre la educación en un mundo líquido, Vidas desperdiciadas, Ceguera moral, Comunidad en busca de seguridad en un mundo hostil y ¿Para qué sirve realmente…? Un sociólogo. Leamos algo: «Zygmunt Bauman explica por qué la sociología es necesaria si deseamos vivir una vida plena. Pero el tipo de sociología que él defiende es una sociología que sirve para algo más que para el progreso económico, y que considera que el conocimiento que produce esta disciplina va más allá de la creación de datos. Bauman hace una ferviente defensa de la sociología como un diálogo constante con la experiencia humana, y al hacerlo realiza un llamamiento para que empecemos a cuestionarnos el sentido de nuestra vida cotidiana. Al mismo tiempo, ofrece una clara argumentación de los principios que rigen su propio trabajo, que se reflejan en su vida y en su obra y en el papel que desempeña la sociología en nuestro mundo moderno contemporáneo líquido. Este libro es un testimonio de la creencia de Bauman en la relevancia persistente y duradera de la sociología. Pero es también un llamamiento a que empecemos a cuestionar el mundo en el que vivimos, a que dejemos de vernos como víctimas de las circunstancias y nos convirtamos en los creadores de nuestra propia historia. Eso es, al fin y al cabo, para lo que sirve la sociología». ¿Qué pretende el libro?: «Este breve libro tiene como objetivo animar a los sociólogos a identificarse como sujetos activos de una manera de abordar el mundo, en vez de como técnicos carentes de valores de una supuesta ciencia. Este texto está formado por cuatro conversaciones con Zygmunt Bauman que tuvieron lugar entre enero de 2012 y marzo de 2013, que se combinan con respuestas a preguntas, grabaciones de encuentros personales entre los tres, cartas y fragmentos de un par de textos que Bauman ha publicado en medios menos accesibles. El material ha sido agrupado en líneas temáticas para establecer continuidades, resonancias y, en algunas ocasiones, para dejar deliberadamente algunos cabos sueltos. Hemos mejorado la gramática allí donde ha sido necesario (nos dimos cuenta de que el inglés escrito es a veces muy diferente del inglés hablado, y este último parecía con frecuencia extremadamente tosco una vez que se plasmaba en una página), pero prácticamente no hemos tocado nada más. El objetivo ha sido suscitar una conversación que fuera más allá que las conversaciones de estas páginas. Nuestra intención es que el libro sea usado por sociólogos actuales y futuros para fomentar nuevas reflexiones sobre lo que hacemos, por qué, cómo y para quién. Es también un ejemplo de otra manera de escribir sociología. La forma y el contenido del libro van a la par. Por lo tanto, el objetivo es animar a los sociólogos a aplicar a nuestra práctica el mensaje moral y político de la obra de Bauman: hay una alternativa, pero está en nuestras manos lograrla». Nos leeremos en la próxima.
