Un titular del Poder Ejecutivo Federal que afirma categóricamente al pueblo una cosa y sucede exactamente lo contrario y, lo peor es que han sido demasiadas afirmaciones y sobradas contradicciones.
Un Poder Legislativo que solo defiende sus intereses personales y los de sus partidos sin que se sepa de alguno, al menos uno solo de sus integrantes, que se haya parado frente a sus electores defendiendo los intereses populares.Un Poder Judicial que le tiene pavor a enmendarle la plana al Poder Legislativo.
Cada vez que desaprovechamos las oportunidades que la vida nos brinda, es la propia vida la que nos hace ver nuestra ceguera; nuestra soberbia; nuestra necedad.
Que el elevado precio de la gasolina está por debajo de la “media” internacional, es innegable, pero en cambio, el salario mínimo de México está en el lugar más bajo dentro de las estadísticas internacionales. Insultantemente bajo.
Luego entonces, ¿es un gran consuelo que se diga que el precio de la nuestra gasolina está dentro de los estándares internacionales y que no la van a gravar con más impuestos? ¡Por favor!
Entre más salud tenemos, más fuertes nos sentimos, llegando a abusar de ese bienestar al grado que obligamos a que el cuerpo (físico o social) haga valer sus límites.
México también ya ha empezado a dar gritos lastimeros por la burla, el escarnio, la humillación hacia su población.
Perdemos mucha vida en cuestiones banales, en esforzarnos en adquirir lo que brevemente se puede disfrutar y que se esfumará en el tiempo como cual entre brumas, dejándonos en inquieta penumbra y sin alguna
de nuestras más caras ilusiones.
El término de nuestro destino puede presentarse en segundos, horas o años. No lo sabemos. Pero lo que sí sabemos es que durante el recorrido podemos forjar cuantas utopías gustemos; hacer amistades o tener
dificultades; ser intolerantes o condescendientes; ayudar o perjudicar; amar o repudiar; etc., y cuando lleguemos a nuestro destino, inevitablemente dejaremos recuerdos en las mentes y huellas en los corazones de aquellos con quienes compartimos nuestro trayecto y que seguirán su viaje hasta que deban concluirlo.
Al término, solo nosotros bajaremos y todo nuestro equipaje, sí, ese en el que acumulamos tantas cosas, ahí se quedará. Para algunos, sus baúles repletos de riqueza; las maletas rebosantes de poder, vanidad, orgullo, prepotencia, todo se quedará. Lo lícito y lo empapado de sufrimiento y sangre de otras personas de las que obtuvieron su enriquecimiento.
Todo ese bagaje que dejaremos atrás, jamás sabremos quién lo disfrutará o en donde se exhibirá, como el caso de los bienes y riquezas de los faraones.
Tal vez, en este momento quepa evocar el recuerdo de las palabras expresadas por un muy conocido político que expresó: “Un político pobre, es un pobre político” y, recientemente otro querido político le expresó a su interlocutor: “Un excandidato a la Presidencia de la República afirmó que todos llevábamos a un pequeño priísta dentro”, apuntando a continuación que era preciso tener presente y, sería muy conveniente reconocer que: “Todos
llevamos un pequeño Duarte adentro, solo es cuestión de dejarlo salir.”
De tal modo, cada quien habrá de decidir si quiere acabar con sus bienes saqueados, como México, como los faraones, o con la satisfacción del deber cumplido en beneficio de la comunidad y que nadie podrá hurtar.
Universalmente les deseo, hoy y siempre, Salud, para que logremos nuestros objetivos en la vida. Fuerza, para que no nos desalentemos ante las adversidades y, Unión, para que no seamos divididos en nuestras convicciones.
