Habiendo comenzado con la estimulación, pasamos a la fase de Excitación, donde físicamente hay congestión pélvica, es decir, acumulación de sangre en la región de los órganos sexuales, la cual produce en la mujer lubricación vaginal y en el varón la erección del pene. Aparte hay otros cambios visibles, en la mujer: los labios mayores aumentan de tamaño y se separan; los labios menores también pero en menor proporción; el clítoris se congestiona y erecta, aumentando su tamaño y causando más sensibilidad en dicha zona; los pechos pueden aumentar de tamaño y hay erección de los pezones. En el varón: la piel del escroto se pone tensa, se engruesa y los testículos se elevan; erección de las tetillas; aumento de la tensión muscular y movimientos involuntarios.
En ésta fase, los estímulos antes mencionados continúan alimentando la Respuesta Sexual, así como ser consciente de lo que estás viviendo, lo que cada estímulo, provocación, tocamiento, movimiento, induce en tu percepción del placer. Es aquí donde hay que mencionar la importancia de los juegos previos; durante una relación sexual es importante darse tiempo, evitar prisas e ir disfrutando de las sensaciones al tocar, acariciarse, descubrirse, darse permiso de experimentar nuevas formas de contactar sin necesidad de tocar sus órganos sexuales, de bailar, bañarse, experimentar posiciones rápidas, cocinar o prepararse como si fueran un suculento platillo y probarse, hacerse saber lo que les causa cada novedad, etc.
Estos juegos requieren prolongarse lo necesario como para según asciendan y se enriquezcan aumenten la excitación y sientan deseos de continuar para llegar al clímax. Y recalco su importancia puesto que hay personas que se los brincan, sin darles importancia y pretendiendo estar super excitadas aunque lleven un minuto de estimulación, considerando que la penetración es la que vale en una relación sexual.
Continuando con la estimulación, pasamos a la fase llamada Meseta; en ésta, físicamente en la mujer hay: retraimiento del clítoris; congestión de las areolas dando apariencia de que el pezón perdió su erección; aumento de la tensión muscular. En el varón: hay salida de gotas de líquido por el meato urinario, es el líquido preeyaculatorio. En ambos hay hipersensibilidad anal. Este es el momento en que la excitación llega a su nivel más alto, permaneciendo así cierto tiempo; así como es donde se presenta con más intensidad la sensación de la necesidad de “ser penetrada” y “penetrar”. Ahora bien, si no se permite que el cuerpo vaya viviendo las etapas respetando su ritmo, es posible que esto no se sienta o no se viva de esta manera.
Continuará…

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