Venezuela. Una exitosa y reconocida mundialmente orquesta juvenil en Venezuela, está envuelta en un escándalo tras las acusaciones de presunto acoso y abuso sexual en contra de músicos adolescentes.
Se trata del exitoso Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, conocido como El Sistema, concebido y fundado en 1975 por el maestro y músico venezolano José Antonio Abreu, cuyos egresados han engrosado las filas de cientos de orquestas en todo el mundo.
El periódico “The Washington Post” publicó el artículo de opinión “El ‘secreto a voces’ del abuso sexual en el famoso programa de la orquesta juvenil de Venezuela finalmente queda al descubierto”, que da cuenta de las acusaciones en contra de maestros, quienes, según las víctimas, han tenido acciones “depredadoras” en contra de los estudiantes menores de edad.
El artículo, firmado por Geoff Baker, profesor de música en Royal Holloway, Universidad de Londres, y autor de “El Sistema: Orquestando a la juventud venezolana”, y por William Cheng, presidente y profesor asociado de música en Dartmouth College, y autor de “Loving Music Till It Hurts”, explica que desde abril pasado el movimiento #MeToo “sacudió tardíamente la esfera cultural de Venezuela”.
La ola de denuncias alcanzó a El Sistema, creado por Abreu para sistematizar la instrucción y la práctica colectiva e individual de la música a través de orquestas sinfónicas y coros, como instrumentos de organización social y de desarrollo humanístico.
Los autores explican que una ex música de El Sistema, Angie Cantero, publicó una historia pública en Facebook, en la que aseguraba que había “pedófilos, pederastas y un número incalculable de personas que han cometido el delito de estupro” dentro de este programa del que han egresado figuras como el director de orquesta Gustavo Dudamel.
Cantero aseguró que comenzó a recibir propuestas sexuales de profesores adultos cuando tenía 13 años, a los que se negó, pero, dijo, muchos de sus compañeros, también menores de edad, se involucraron sexualmente con sus profesores.
La historia de Cantero, dice “The Washington Post”, desató más denuncias.
