Colombia. Daniel Alejandro Jaramillo, un padre de una bebé que murió en el parto se llevó una macabra sorpresa al reclamar el cuerpo de su pequeña en el hospital, ya que en vez de eso le entregaron los restos de una rata.
Aunque parezca increíble, el papá de la menor se llevó la peor de la sorpresa al descubrir que no se trataba el cuerpo de su pequeña, sino el de un animal en malas condiciones.
Lo anterior ocurrió en un centro de asistencia médica, el cual al darse a conocer este caso, inmediatamente las autoridades de Salud tomaron cartas en el asunto.
La historia de Daniel comenzó el pasado 13 de mayo donde acudieron a un centro de asistencia médica, pero a los pocos minutos de que naciera su bebé, a quien llamarían Emily Samara, los doctores le detectaron que tendría un problema cardíaco.
En ese momento, la mamá fue trasladada a otro hospital en Valle de Cauca, donde no pudieron hacer nada para salvar a la pequeña, quien a los pocos minutos de nacer falleció.
“Cuando nos acercamos al hospital, nos llevan a la parte de ginecología en la cual vuelven y le hacen el procedimiento de monitoreo del bebé. Infortunamente, el médico que le hizo la valoración me dijo que no tenía frecuencia cardíaca ni latidos en el corazón, por lo cual la dejaron hospitalizada en la noche. A las 6 p. m. le dieron una pasta para madurar el útero. A las 10 le dieron otra para acelerar más el procedimiento de que saliera el bebé”, dio a conocer Jaramillo a los medios locales.
Desconocen que paso con el cuerpo
Asimismo, narró que la mamá de la bebé solo alcanzó a ver medio cuerpo, pero debido a la anestesia ya no recordó y después le dijeron que el cuerpo de la pequeña había sido llevado a la morgue.
El domingo vengo a retirar el cuerpo, para lo cual vengo con un funcionario de la funeraria para expedir el certificado de defunción y el boleto de salida. Cuando empecé a hacer el papeleo en la funeraria para darle cristiana sepultura, veo el ataúd y un cofre al lado. Con el de la funeraria procedimos a abrirlo y nos encontramos con una rata bastante grande, del tamaño de una zarigüeya y unos guantes de látex”, expresó sorprendido y muy molesto Daniel.
Ante ello, las mismas autoridades de Salud al conocer el caso afirmaron que tomaron cartas en el asunto y llegar al fondo para deslindar responsabilidades.
