• En ocasiones, antes de ingresar a un familiar con COVID a una clínica privada se puede pedir un anticipo de hasta 80 mil pesos.

 

CDMX.-  La desesperación de ver a un familiar agonizando o en estado grave por el COVID obliga muchas veces a la gente a llevarlos a una clínica privada sin importar el precio, aunque después terminen fuertemente endeudados.

Desafortunadamente en México, las tarifas en las clínicas privadas  no están reguladas, lo que representa un riesgo para quienes al final tienen que pagar la cuenta por un tratamiento de COVID-19.

Cuotas que pueden ir desde 100 mil hasta más de 1 millón de pesos es el costo por atender a una persona enferma de COVID en una clínica privada y en muchos de estos casos ocurre por la falta de seguro social o de vida del paciente.

De acuerdo con información de La Jornada, en la Ciudad de México los precios se han disparado en la atención de pacientes con COVID. Un ejemplo de ello, es en el Hospital Dalinde, donde solamente para acceder a una primera evaluación médica se pide un anticipo de 150 mil pesos.

 

Asimismo, en el Hospital Español, del sector privado, para ingresar o recibir una atención mínimo se debe contar con un seguro de vida y una garantía de 80 mil pesos.

En la misma información se presenta el caso de Sofía, quien ingresó a su mamá con COVID a un hospital privado y donde al final tuvo que pedir un préstamo de 1.5 millones de pesos para pagar los gastos de atención médica.

Para destacar, también se destaca que en México el precio de las pruebas que detectan el coronavirus está a merced de las clínicas privadas, las cuales no manejan un tabulador de costos.

 

De esta manera, las pruebas realizadas en laboratorios privados pueden llegar a tener un costo que va de 3 mil 400 en Olarte y Akle, a 950 pesos que maneja la clínica Salud Digna, siendo así, 3.7 veces más de su costo inicial.

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