Estados Unidos.- Cerca de las 3 de la madrugada del viernes, ciudadanos salieron a las calles cercanas a la Casa Blanca, en Washington D.C. y por órdenes de la alcaldesa Muriel Bowser pintaron en gigante la frase “Black Lives Matters“.
Con letras amarillas en mayúscula, escribieron el mensaje que se extiende por poco más de 10 kilómetros para mandar un potente mensaje al presidente Donald Trump.
Ahora el último tramo de la calle frente a la residencia presidencial ha cambiado su nombre y llevará el mismo que el eslogan que en el pasado y, concretamente desde los último diez días, tras la muerte de George Floyd, ha tomado las calles: Black Lives Matter Plaza NW.
Esta acción, creada por el artista local Rose Jaffe y liderada por la Alcaldesa de la Capital de Estados Unidos pretende honrar a los manifestantes que desde hace días se han concentrado, desafiando el toque de queda de las siete de la tarde, para reclamar un cambio de política radical en los métodos usados por la policía, cuyos actos de brutalidad acabaron en Minneapolis con la vida del afroamericano Floyd bajo la rodilla aplastante y axfisiante del exagente Derek Chauvin.
La visión del mensaje no será posible desde las estancias en la Casa Blanca que ocupa el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, pero es un mensaje claro hacia un presidente que obligó a las fuerzas del orden a dispersar de forma violenta a los manifestantes con gas lacrimógeno para que desbloquearan el camino para que Trump pudiese caminar desde su residencia hasta la histórica iglesia de Saint John.
DA