León, Guanajuato.- Al igual que la paternidad, la maternidad es el signo más profundo del amor de Dios y la transmisión del amor, manifestó el arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras.
Esto en el sermón de la misa dominical que celebró como cada ocho días en la Catedral Metropolitana de León, en la cual pidió por todas las madres, vivas y difuntas, las que aún son jóvenes o están esperando a su hijo y a las que ya son abuelas.
Un hijo se engendra por amor, no es solamente yo quiero ser madre como sea, la maternidad y la paternidad son expresiones sacramentales de un hecho espiritual, hemos recibido de nuestras madres toda la gloria, todas sus virtudes, toda su belleza”, apuntó.
Destacó que además el tener un hijo es signo de dar la vida por los demás.
Y esa es la belleza de las madres, que nos han transmitido los sentimientos más bellos, nos han tejido en el corazón los sentimientos más bellos que tenemos en nuestra vida.
Una madre que ha tenido sus hijos según el misterio y la voluntad de Dios nuestro señor, está llena de espiritualidad, de ese perfume místico, profundo, que lo transmite a sus hijos”, expresó.
Enfatizó que el don de dar vida, viene de Dios, que ha concedido tanto la paternidad física como la espiritual, que está en los pastores y aquellos que se consagran a la iglesia.
“Y Cristo nuestro señor nos ha dejado también una madre, María Santísima es también rostro también de ese corazón materno que Dios tiene. Es en esa participación creadora que Dios nuestro señor le ha dado al varón y a la mujer de ser padres, donde el ser humano alcanza su plenitud”, señaló.
El Arzobispo manifestó también en este sentido que hoy más que nunca se debe reafirmar que la vida vale mucho.
Estamos en el momento de reflexionar, de apreciar esos dones infinitos de la salud y de la vida, que es Cristo, la trinidad santa”, subrayó.
Además hizo énfasis en que los hijos deben obedecer y amar a sus padres, pues es de esta forma en que se les hace el honor más bello.
“Que Dios nuestro señor les bendiga, les premie, les dé la alegría en su corazón de servir y dar su vida por nosotros, a nombre de la arquidiócesis les mandamos un abrazo y les ofrecemos nuestra oración y cariño”, concluyó.
HLL
