CDMX.- Por considerar que la construcción del aeropuerto de Santa Lucía es una imposición que amenaza su territorio y la disponiblidad hídrica de la región, el Frente de Pueblos Originarios por la Defensa del Agua de Zumpango y Tecámac emprenderá una caravana para convocar a una resistencia civil en contra de la obra.
Se trata de la “Primera Caravana Por el Agua y Por la Vida” que partirá el próximo 5 de octubre de la plaza cívica Jardines Ojo de Agua, en Tecámac, hasta la plaza 20 de Noviembre del pueblo de Santa María Tonanitla.
Ricardo Ovando Ramírez, integrante del Frente de Pueblos Originarios por la Defensa del Agua de Zumpango y Tecámac, informó que la caravana se desplazará con el lema “¡No al aeropuerto de Santa Lucía!” y recorrerá los pueblos de la zona para convocar a una resistencia ciudadana a fin de evitar que la terminal aérea ocasione un colapso hídrico en la región, dado que el acuífero Cuatitlán-Pachuca ya está sobreexplotado.
Nosotros vemos que es una imposición, una necedad del Gobierno federal de que debe imponer el aeropuerto acá en Santa Lucía.
Defensa de hace 20 años
El también integrante de la Coordinadora Nacional “Agua para Tod@s, Agua para la Vida” enfatizó que los pueblos originarios defienden desde hace 20 años su territorio frente a los proyectos inmobiliarios que se pretenden instalar en la zona de Zumpango y Tecámac.
La defensa del territorio, dijo, se vuelve más necesaria luego de que un juez federal que en julio y agosto concedió tres suspensiones definitivas para frenar la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, ahora se encamina a eliminar los obstáculos legales para facilitar la continuidad de la obra.
Algunos amparos que promovieron algunas organizaciones ya se cayeron y por eso ahora estamos optando por la movilización social.
Violaciones contra pueblos originarios
Una de las principales violaciones cometidas en contra de los pueblos originarios, detalló, fue el derecho a la consulta previa, libre e informada que establece el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Esta obra es una imposición y una violación al derecho de los pueblos porque la consulta que se hizo no cumplió con los estándares internacionales que marca el Convenio 169 de la OIT.
