Josué Emmanuel Moreno Mares sabe que para alcanzar sus sueños tiene que dedicar tiempo y esfuerzo para lograrlos.
Desde hace dos años, el joven de 14 años, es parte de la Orquesta Esperanza Azteca, donde es el ejecutante principal del fagot, actividad que le ha permitido un acercamiento con la cultura.
Antes de ser parte de la orquesta, Josué jugaba en un equipo de fútbol, pero decidió probar suerte en la orquesta.
“Mi mamá me dijo que me metiera a la orquesta; al principio no quería, se me hacía algo aburrido, pero me convenció de que lo intentara y si no me gustaba, lo dejara”, comentó.
“Después de dos años estoy muy contento ahí, me gusta mucho ser parte de la orquesta y en un futuro me veo tocando quizás en otro país”, añadió.
Alumno de la Escuela Técnica No. 53, cursa su último año de secundaria por la mañana. Al salir de clases, come en su casa y se dirige a la Fundación León, donde está asentada la orquesta, para practicar fagot de 3 a 7 de la tarde.
Al concluir el ensayo realiza las tareas de su escuela y, desde hace un tiempo que definió que la música será su forma de vida, visualizó la idea adquirir su propio instrumento.
No lo pidió a sus padres, Oswaldo y Marcela, porque el costo es muy elevado, entre 50 y 70 mil pesos, así que decidió moverse por su propia cuenta para conseguirlo.
Comenzó a vender dulces a escondidas en su escuela y en la Fundación; en ambos lugares se dieron cuenta y le pidieron que dejara de hacerlo.
Le comentó a un profesor que lo hacía porque necesitaba juntar dinero para comprar su propio fagot y así poder estudiar más horas.
El académico le recomendó hacer una rifa para apoyarlo; con el dinero que obtuvo de la venta de dulces compró tres premios: una tablet, uno audífonos y una bocina, su hermana mayor, Lupita, le ayudó a organizar. La venta de boletos comenzó muy bien, pero va un poco lenta desde hace unas semanas, por lo que el joven está en busca de otras actividades para cumplir su meta.
En una ocasión, cuando debutó la orquesta en el Teatro Bicentenario, Josué aprovechó la ocasión y le escribió una carta solicitando apoyo a Ricardo Salinas Pliego, pero no obtuvo respuesta.
Eso no lo detuvo ya que quiere ser parte de la Orquesta Escuela Carlos Chávez (OECCh), de la Ciudad de México, la cual es un semillero de talento joven para las principales orquestas profesionales del País.
Para ser parte de esa orquesta, en la que de entrar cursaría la licenciatura instrumentista, se hacen audiciones a jóvenes de todo México, sólo los mejores logran entrar.
“Sé que tengo que estudiar mucho para conseguirlo, tanto en mi escuela como en la fundación, es por eso que quiero practicar más horas para ser el mejor”.
* Contacto: 4772328544.
